Hablamos de trauma simple cuando la experiencia dolorosa e incapacitante para la persona se refiere a un único evento traumático. Por ejemplo el trauma se deriva de un accidente, un desastre natural (un terremoto, un huracán, una inundación, un incendio…), una pandemia, una enfermedad, una agresión física o sexual, ser testigo de un accidente, una pérdida repentina y no esperada (de pareja, laboral, la muerte de un familiar…) u otro tipo de evento único e impactante para aquél que lo sufre o presencia.
El trauma simple puede generar en la persona que lo sufre consecuencias como: estar en tensión de forma permanente o en estado de hipervigilancia, dificultades psicosomáticas, contracturas, temblores, insomnio, pesadillas, dolores específicos (de vientre, de cabeza…) inespecíficos, incluso lagunas o pérdidas de memoria y disminución de la capacidad de atención y de concentración.
Por otro lado, estamos delante de un trauma complejo cuando la acción traumatizante es mantenida por la persona que la causa, de una forma sostenida en el tiempo. Son ejemplos de trauma complejo: sufrir abusos sexuales de forma reiterada en la etapa infantil, el maltrato físico o psicológico continuado en el si de una relación de pareja o parental, el bullying y el moobing continuado en el tiempo, entre otros.
Las consecuencias para la persona que sufre de trauma complejo son: recuerdos recurrentes, angustiantes e involuntarios de los eventos traumático, revivir el hecho traumático como si estuviera sucediendo otra vez, pesadillas, angustia emocional grave o reacciones físicas a las cosas que te recuerdan el suceso traumático, aislamiento social, disociación, despersonalización, desrealización, embotamiento afectivo, dificultades psicosomáticas, hipervigilancia y desconfianza extrema y persistente, reactividad física o emocional desbordada, labilidad emocional, dificultades para identificar, reconocer y gestionar las emociones, persistente sentido negativo de una misma, trastorno por estrés postraumático, ansiedad, depresión, baja autoestima, entre otras.
¿Cómo orientamos los elementos del trauma (simple o complejo), desde nuestra propuesta divulgativa-orientativa?
Desde una propuesta de orientación breve y estratégica podemos acompañar a la persona a obtener claridad sobre el trauma simple y complejo. Está claro que no podemos eliminar de lsu memoria el trauma, pero si que podemos ayudar a la persona a reestructurar la percepción del evento traumático en el presente, haciendo que lo que se ha vivido se deje en el pasado y no siga extendiéndose en el presente, impidiendo su evolución y desarrollo en el futuro. Ahora bien, usar la vía cognitiva exclusivamente no es de utilidad: hay que acceder también a la vía emocional. La forma en que yo aconsejo la orientación habitualmente, aunque cabe la adaptación a la realidad de cada persona, es a través del recurso de la pregunta milagro, la detección y superación de las soluciones intentadas dis-funcionales, el abordaje de las psico-trampas y la utilización de la narrativa terapéutica (normalmente a través de una linea cronológica o linea del tiempo, que incluso a veces cabe extender en espacio/tiempo hasta años antes de la experiencia/s traumática/s y en el presente/futuro, más allá del trauma).
La herramienta de la narrativa terapéutica conlleva, a mi parecer, a tres grandes beneficios/ayuda a la persona que sufre de trauma: (1) exteriorización de los recuerdos, donde la persona puede sacar fuera emociones y sensaciones que de otro modo permanecerían latentes en su interior y dentro de ella, perturbando su equilibrio. (2) Detectar las respuestas/soluciones a determinadas secuelas, y que perpetúan el problema. (3) Y la reestructuración cognitiva y el distanciamiento emotivo. La narrativa terapéutica propone un enfoque terapéutico en el que las vivencias de la persona son interpeladas y reformuladas mediante el relato de los acontecimientos y el acceso a los traumas, de manera que se planteen de una manera en la que el problema-trauma no pase a definir a la persona y a limitar sus maneras de percibir la realidad y afrontarla.
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