¿Atrapada en las garras de tu ex pareja?

El maltratador te sigue maltratando a través de los hijos en común. ¡Qué no te quepa duda!

Muchas de las mujeres con hijos que nos consultan en Psicología Experta han salido de una relación tóxica y venenosa con su maltratador. Son mujeres que saben identificar las características del abuso y los rasgos de personalidad del que ejerce maltrato. Ahora bien, tengo que decirte que la mayoría de estas madres siguen atrapadas en el abuso que su ex ejerce a través de los hijos. A groso modo: a más de la mitad de estas mujeres les cuesta creer que el maltratador nunca va a ser un buen padre, y casi un 80% de ellas siguen atrapadas en la idea de que el maltrato es hacia ellas y no hacia los hijos o a través de ellos. Estás madres creen que el ex es un maltratador de mujeres pero es alguien diferente cuando se coloca en el rol de padre. Esta falsa creencia hace que el maltrato perdure más allá de la relación de pareja e incluso el abuso en el ámbito de la pareja se convierta en violencia vicaria.

¿Qué es lo que hace que estas mujeres crean que el maltrato en la pareja se corta cuando se pone fin a la relación?

En mi libro «Personas Venenosas. El maltrato que perdura más allá de la relación de pareja» te lo explico con detalle.

El personaje tóxico es siempre venenoso, y dedica su vida a fastidiarte. Una vez separada de tu pareja, es más que probable que la toxicidad de él se ejerza a través de los hijos en común. Cualquier excusa es buena: el partido de fútbol del hijo, un problema de salud, los estudios, la ropa que viste… ¡Si! no lo parece, sino que es la realidad: él te hace la vida imposible a través de los niños. Lo peor de todo es que tú no sólo eres la víctima, sinó que encima te ves atrapada y condenada a ello. ¿Cómo vas a dejar de contactar con el venenoso si es el padre de tus hijos? ¿Cómo ejercer la custodia y/o patria potestad en común? ¡Debes salir de ese bucle de preguntas que no te ayudan sino que te daña! La situación tóxica con el ex no sólo te ataca a ti, sino que va a hacer daño también, tarde o temprano, a tus hijos: tenlo claro.

Si se cortó con la relación de pareja que era dañina para la persona, ¿por qué esta última se queda atrapada luego, en una relación tóxica con la ex-pareja venenosa, en el contexto del ejercicio de parentalidad de los hijos en común?

Las causas de la perpetuación del maltrato o abuso, aunque en algunos casos sea así, no pueden atribuirse únicamente a motivos sociales vinculados a la dependencia económica de la persona respecto a su ex pareja, las dificultades personales para salir adelante (una falta de apoyo familiar/social, no tener trabajo o estudios que permitan acceder al mercado laboral, haberse dedicado durante años a la pareja y los hijos y tener que empezar “de cero”) o las secuelas a nivel de baja autoestima que años de una relación de pareja dañina ha dejado en la persona. Como decía, los motivos por los que una persona se atrapa en una relación tóxica con una pareja pero también con la ex pareja, pueden ser también de otra índole y los analizo con todo detalle en mi libro. Entre las causas «top« yo situo la disonancia cognitiva, la indefensión aprendida y el optimismo ingenuo.

Te cito otros motivos perpetuadores del maltrato:

  • Tu empatía.
  • El autosabotaje.
  • El autoengaño.
  • La disociación.
  • La dependencia emocional.
  • La vergüenza tóxica.
  • Las psicotrampas.
  • Otros factores que dependen de las características personales de la persona que es maltratada.

El maltratador es un maltratador toda su vida (a menos que sea él mismo quién desee cambiar, cosa que no es habitual que pase), entre otras cosas porque necesita de esa vitamina que es el ataque al otro para sobrevivir. El camino solamente es uno: despertarte y romper con el maltrato. Si te quedas con esta idea con la lectura de mi libro, ya me doy por satisfecha.

¿Hablamos?

Identificar a un psicópata

Me canso de ver en Psicología Experta a personas inmersas en relaciones tóxicas con personas que son verdaderos psicópatas.

Te detallo a continuación algunas de las características esenciales que hacen posible la detección de un psicópata.

  • El psicópata suele ser un ser que demuestra una despreocupación absoluta por los derechos de otras personas y por la posible violación de los mismos.
    Con frecuencia es alguien con antecedentes de dificultades con la ley, delincuencia o peligrosidad social. A veces se libra de los problemas con la justicia «gracias» a su capacidad de manipulación, la mentira o la culpabilización a terceros de sus verdaderos actos.
  • En ocasiones, el psicópata no se adapta a las normas sociales en lo que se refiere
    a los comportamientos de carácter moral, legal o ético, o cree que está por encima la ley al considerar que tiene la verdad absoluta. Bajo este pretexto, el psicópata puede realizar actos que conllevan a la detención, el encarcelamiento y/o el castigo, entre ellos, mentiras, agresiones, robos y estafas.
  • Engaña siempre con mentiras repetidas, falsación de la realidad y que el psicópata mismo se cree.
  • El psicópata suele ser un ser impulsivo y con dificultades para planificar el futuro. Vive casi exclusivamente por y para el presente (su presente). Muchas veces se mueve por la voluntad de venganza, al ser un ser altamente rencoroso y envidioso.
  • El psicópata muestra irritabilidad y agresividad, manifestadas a través de violencia verbal, reacciones agresivas físicas o ataques repetidos. Parece que no puede quedarse quieto nunca en su sed de venganza..
  • Suele ser una persona imprudente con independencia de los niveles de seguridad física y psicológica de los demás.
  • Manifiesta de manera constante
    una actitud irresponsable y/o inmadura. El psicópata fracasa de forma reiterada en el mantenimiento de un comportamiento laboral constante y en el reconocimiento de sus obligaciones económicas. Muchas veces pierde el trabajo por ser rígido en su hacer, por mostrarse agresivo con jefes o subordinados o ser absentista. Ningún trabajo parece estar «a su altura».
  • Para el psicópata toda la responsabilidad está fuera. Él nunca es responsable de nada (locus de control externo, extrapunición). No muestra ningún tipo de remordimiento. El psicópata suele ser indiferente a las consecuencias que sus actos o engaños tienen para los demás. Nunca aprende de sus errores porque no los reconoce como propios. Es posible
    que etiquetarlo como antisocial
    sea un eufemismo notable.

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¿Por qué somos celosos?

“Celos, ese dragón que mata al amor con el pretexto de mantenerlo vivo. ” (Havelock Ellis).

Son muchas las personas que consultan a Psicología Experta acerca de cómo superar sus celos o cómo sobrevivir a los mismos cuando se dan por parte de la pareja. Lejos de ser una muestra de amor o de querer confirmar el dicho «quién bien te quiere, te hará sufrir«,  la celotipia es una semilla fértil para las relaciones tóxicas.

Ahora bien, seguro que te estás preguntando: ¿por qué somos celosos? Las formas que toma la celotipia pueden ser variadas, si bien las causas suelen ser comunes:

1. El miedo a quedarse solo por la pérdida de la pareja. El celoso está temeroso de perder todo aquello que la persona amada representa para él, lo que le aporta de positivo: cariño, amor, sexo, atención, consuelo, consejo, bienestar económico, ayuda, compañía, reconocimiento social…

2. El sentimiento de pertenencia y protección.  Ante algo que le llena de bienestar y seguridad, el celoso siente que debe proteger esa pertenencia. Si tiene algo que se valora y se quiere conservar, para el celoso no cabe ser confiado ni «ingenuo«: debe  de proteger que lo preciado, no le sea arrebatado.

3. Falta de seguridad y confianza en uno mismo. Si la persona celosa se percibe a si misma como poca cosa, insuficiente, o se compara en negativo con otras personas, el miedo a que aparezca alguien mejor en la vida de la pareja y le abandone, es inmenso. El celoso cree que no vale nada en comparación con sus semejantes y su destino es que va a ser substituido por otro sujeto mejor que él.

4. El egoísmo del celoso y el sentimiento de propiedad. Si la persona que siente celos cree que se merece esa pareja, que ha invertido mucho tiempo y/o esfuerzo en ella o es el sujeto más adecuado para la otra persona, la celotipia parece quedar justificada.

5. El autoengaño del celoso. Creer que mostrar amor desmesurado por el otro, interés (incluso control) por cualquier aspecto de la vida de la pareja, es a veces la utopía del amor incondicional del celoso. El autoengaño nace de la creencia de que todo está bajo control, incluso el pensamiento, emoción y acción del otro. Como supones, esto está muy alejado de la realidad. Más allá de mis acciones y sentimientos, el otro siempre tiene derecho a decidir si quiere o no quiere estar a mi lado.

Cuando experimentas celos sientes emociones negativas como : sentirse inadecuada, frustrada, resentida, sentir ira, dolor y/o suspicacia. Por lo tanto, los celos son una emoción que contiene miedo, humillación y rabia (ira). Los celos son una comparación, competición y sentirse en la.posibilidad de ser reemplazada.

Está claro: es más que probable que existan muchas más causas de las conductas celosas, si bien te he expuesto las principales que me encuentro y trabajo en Psicología Experta. Te señalo a continuación algunas formas de afrontar la celotipia.

Asesoramiento y consejos para los celosos y sus parejas

A. El trabajo de la confianza en uno mismo y en la relación de pareja. Si quiero construir un vínculo afectivo sano, debo conocerme a mi mismo, conocer al otro y adquirir estrategias para la resolución de problemas desde la confianza.

B. Conocer las fases de la relación de pareja y los mitos sobre las relaciones amorosas. Es fundamental revisar las creencias fraguadas sobre el amor y aceptar que la fase de enamoramiento no suele ser el continuo de la relación. Las crisis de pareja también fortalecen.

C. ¿Puedo (yo) cambiar al otro? La respuesta es no. El otro cambia si quiere. Nada más que añadir.

D. De acuerdo. Soy celoso. ¿Y ahora qué?  En primer lugar me gustaría que fueras consciente de cómo tus actos movidos por los celos pueden dañar al otro, pero también a la relación e incluso a ti mismo. Además, no centres exclusivamente tu felicidad en la relación de pareja: te recomiendo que revises tus propósitos vitales y re-orientes los mismos si no te están aportando el bienestar que estás buscando en el apego con el otro. En tercer lugar, identifica las fuentes de chantaje emocional y determina las formas en que no estás siendo respetuoso con el tiempo y el espacio del otro, para modificarlas lo antes posible. También resulta eficaz que busques fuentes de satisfacción alternativas a tu pareja. Por último decirte que si sientes que la celotipia se te escapa de las manos, busca ayuda profesional.

El trabajo de los profesionales: algunas terapias psicológicas para los celos

Las terapias que utilizamos los psicólogos son variadas y se ocupan de diferentes aspectos de la conducta del celoso. Entre las más utilizadas están las siguientes:

1. Terapias cognitivas y comportamentales. Entre ellas destacan la terapia racional emotiva y la reestructuración cognitiva, que buscan la sustitución de pensamientos erróneos por pensamientos racionales.

2. Terapia de pareja: para mejorar las habilidades de comunicación interpersonal y terapia asertiva.

3. Técnicas de manejo de conflictos, para afrontarlos debidamente en situaciones interpersonales.

4. Técnicas de autocontrol y regulación emocional, para inhibir reacciones impulsivas, desmedidas o agresivas. Es útil para suprimir las escenas de celos y los ataques de ira.

5. Terapia familiar sistémica, que se centra en las interacciones entre los miembros de la pareja. Se busca aceptar las limitaciones del otro y ver el problema desde otra perspectiva más amplia, que incluya los puntos de vista de los dos miembros de la pareja.

«Los celos son, de todas las enfermedades del espíritu, aquella a la que más cosas sirven para alimentarla y menos para remediarla«. Montaigne, Ensayos (1580-1592)

¿Hablamos?

Señales de alarma del maltrato por parte de tu ex pareja

Las señales de alarma del maltrato son aquellas alertas visibles o externas, y/o internas (las que sientes en ti misma), que son importantes que tengas en cuenta por ser dañinas y porque, además, a mayor aparición de las mismas, más probable es que estés sufriendo un maltrato psicológico por parte de tu ex, a través o no, de los hijos en común.

Cabe decir que muchas de las alertas que vas a poder leer a continuación son también aplicables al contexto de una relación de pareja tóxica u otras relaciones interpersonales con personas que se consideran venenosas porque aportan negatividad, malestar y abuso a nuestras vidas.

+ ALERTAS TEMPRANAS

El tóxico se hace la víctima: habla frecuentemente de cuánto echa de menos los niños, la vida familiar, el vacío que siente cuando sus hijos vuelven contigo a casa…

El tóxico-venenoso te culpa de pasar poco tiempo con sus hijos, de haberle “robado” el afecto de los niños, la custodia, de pasar pocos momentos con ellos por las circunstancias que sólo tú has generado con la separación…

El tóxico-venenoso te compara con otras personas para idealizarte o para devaluarte, incluso para dar celos.

El tóxico te recuerda cada vez que tiene ocasión los errores que tú has cometido. Incluso se inventa los errores.

El tóxico te habla con prepotencia, altivez y/o desprecio.

+ ALERTAS TARDÍAS

El tóxico-venenoso manipula las situaciones para hacerte quedar mal ante los ojos de los hijos o de terceros.

El tóxico-venenoso te insulta y amenaza delante de los hijos en común u otras personas. Incluso con actitudes de “es broma”, él te ridiculiza de forma condescendiente o se burla de forma encubierta.

Tú dejas de hacer cosas que deseas hacer para que el tóxico-venenoso no se enfade, o haces cosas que no deseas realmente por el mismo motivo: evitar el conflicto.

El tóxico-venenoso en alguna ocasión te ha amenazado con quitarte a tus hijos, hacerles daño a ellos o hacerte daño a ti. Y/o te dice que va a arruinarte, hundirte, ganar las batallas judiciales o dejarte en evidencia delante de terceros para que pierdas a tus hijos.

Tú experimentas sensaciones negativas, malestar físico, cansancio, estrés, tienes peleas repentinas con terceros, sientes que rindes mal en tu trabajo, sufres de apatía e indecisión, comes mal o has experimentado cambios en tus patrones de sueño. Incluso puede que hayas desarrollado algún tipo de adicción (pastillas, alcohol…). Te sientes débil, incapaz, culpable y/o inferior al tóxico-venenoso.

Puedes leer la lista ampliada de ALERTAS en mi nuevo libro. PERSONAS VENENOSAS: ¿Tu pareja es tóxica? ¿Y tu ex, también? El maltrato que perdura más allá de la relación de pareja. https://amzn.eu/d/j8Ghb0G

Ante estas situaciones (ya sean alertas tempranas o tardías), no caben más opciones: hay que buscar ayuda. Siempre.

Cambia tu vida y sal de la relación tóxica

Destacado

Deja la toxicidad de las relaciones atrás con mi nuevo nuevo libro:

PERSONAS VENENOSAS. TU PAREJA ES TÓXICA? Y TU EX, TAMBIÉN? EL MALTRATO QUE PERDURA MÁS ALLÁ DE LA RELACIÓN DE PAREJA.

Mi nuevo libro ya está a la venta. Lo tienes en Amazon en papel y en ebook. En el siguiente enlace puedes ver también las reseñas:

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En primer lugar decirte que los personajes tóxicos existen. Lo he vivido en la propia piel. También los he detectado en muchas de las mujeres que atiendo en mi profesión. Y cuanto más lejos puedas mantener a los tóxicos de tu vida, mejor. Las relaciones tóxicas son muy dañidas: te quedas atrapada en el dolor y en la toxicidad. Y son un ataque a tu autoestima y a tu dignidad personal.

Si piensas que tu pareja o tu ex es una persona problemática, manipuladora, controladora, autoritaria, chismosa, envidiosa, violenta, orgullosa, mediocre…, incluso si crees que es un psicópata, un neurótico o “un ser maligno”, no lo dudes: estás delante de un personaje tóxico. Y estas personas generan dependencia emocional, malestar y abuso.

Yo les llamo personajes tóxico-venenosos porque emanan veneno (por ello son tóxicos) y porque estan conformados de “substancia” dañina, que produce lesión e incluso enfermedad en la otra persona (de ahí que son venenosos).

A continuación, estoy segura de que te preguntas a diario cosas como estas. ¿Voy a poder dejar de contactar con el tóxico si es el padre de mis hijos? ¿Cómo ejercer la custodia y/o patria potestad en común con él?

Mi consejo: ¡Debes salir de ese bucle de preguntas que solo te dañan! La situación tóxica con el ex no solo te ataca a ti. Esa realidad va a hacer daño también, tarde o temprano, a tus hijos.

Dicho esto, quiero presentarte mi nuevo libro «Personas Venenosas«. A través de la lectura podrás dotarte de información y herramientas para romper con la toxicidad. Vas a poder acabar con el veneno que te está generando esa persona y esa relación. Si tu pareja es venenosa, y tu ex también, hay que correr.

Por último decirte: ¡Mujer, este libro es un golpe en la mesa! El ensayo que te presento es un conjunto de palabras inspiradoras. Frases llenas de acción que te harán despertar. Podrás salir de la situación de abuso que ahora vives. Y acabar con tu indefensión y tus miedos. Sobretodo, podrás volver a liderar tu vida y alcanzar la tan merecida felicidad para ti, y para tus hijos.

Creo que con lo que te explico, vas a ir rápido a buscar mi libro. Te va a cambiar la vida, te lo aseguro.

Te comparto el enlace de compra del libro:

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Tienes a continuación algunos post en mi perfil de Instagram que recogen temas en los que luego vas a poder profundizar más en el libro.

¿Estás sufriendo de ansiedad? Ideas útiles para vencerla

En primer lugar me gustaría decirte que la ansiedad es un mecanismo defensivo; es un sistema de alerta que «activa» a la persona ante situaciones consideradas «amenazantes». Es universal porque se da en todas las personas, y es normal, adaptativo y anticipatorio y tiene que ver con la capacidad de respuesta. Ahora bien, la ansiedad se convierte en un trastorno de ansiedad cuando esta reacción defensiva se pone en marcha en situaciones que habitualmente no son amenazantes ni peligrosas, o se activa de manera recurrente y/o persistente, hasta el extremo de interferir de forma importante en la vida diaria.

La ansiedad como trastorno psicológico se caracteriza, a grandes rasgos, por tener sentimientos de miedo, temor e inquietud y que puede llevar a que la persona tenga síntomas físicos como sudar, sentirse inquieta o tensa, y tenga palpitaciones o sensación de ahogo. Con el propósito de prevenir estos síntomas y sentimientos (que pueden aparecer en la infancia o adolescencia y continuar en la edad adulta), la persona puede ser que evite ciertos lugares o situaciones.

El trastorno de ansiedad puede ser de diferentes tipos, pudiendo la persona sufrir de uno o varios a la vez. Voy a mostrarte ahora los tipos de ansiedad más habituales.

El trastorno de ansiedad por separación: miedo o ansiedad intensos y persisten ante la situación de tener que separarse de una persona con la que tiene un vínculo estrecho. Los principales síntomas son rechazo a quedarse solo en casa o desplazarse a otros lugares (escuela, trabajo, etc.), preocupación, malestar psicológico subjetivo, presencia de pesadillas o síntomas físicos ante la separación o la anticipación de tener que separarse, entre otras.

El trastorno de ansiedad social se caracteriza por el miedo o ansiedad intensa aparece en relación a una o más situaciones sociales en las que la persona queda expuesta a los demás y su posible juicio. La persona siente miedo a mostrarse o ser juzgada de una determinada manera y eso le genera síntomas propios de la ansiedad.

El trastorno de ansiedad generalizada es una forma de ansiedad y preocupación persistentes, excesivas y que la persona no puede controlar, sobre diversos acontecimientos vitales y con presencia de sintomatología fisiológica. La persona puede sentirse inquieta, nerviosa o fatigarse fácilmente, y puede tener dificultades para concentrarse, irritabilidad, tensión muscular o dificultad para dormir. 

El trastorno de pánico se caracteriza porque la persona queda invadida por sentimientos repentinos de terror aun cuando no hay ningún peligro real. Los síntomas pueden ser variados pero muy invalidantes para la persona que los sufre: dolor de pecho o estómago, dificultad para respirar, temblores o espasmos, sudor, mareos, escalofríos, temblor de manos…., incluso la sensación de que se va a morir de repente.

La ansiedad debida a otra enfermedad médica se caracteriza sobre todo por la manifestación de crisis de angustia o ansiedad, con evidencias de que ello es la consecuencia pato-fisiológica directa de una condición médica particular. Mención especial cabe darle al tema de las fobias, que generan ansiedad. En la fobia a hablar en público o en la fobia a animales, la persona habitualmente siente ansiedad cuando se expone por ejemplo a tener que hablar en una reunión de trabajo o cuando se le acerca un animal al que teme, respectivamente.

Hay muchas situaciones vitales que pueden generar ansiedad a la persona: una pérdida de un familiar o del trabajo, un cambio importante en la vida de la persona, una relación tóxica, una discusión con alguien querido, una quiebra económica, un problema social, entre otras. La ansiedad también afecta a la autoestima de la persona, pues la persona que la sufre, al sentir que no puede hacer algo porque le genera sintomatología ansiosa, fácilmente siente que no es válida.

¿Qué puedes hacer si sientes ansiedad? ¿Cómo tratarla?

Hay algunas acciones que pueden ayudarte a superar la ansiedad: por ejemplo hacer ejercicio, hacer unas sencillas respiraciones, evadir la mente, tomar una ducha, hacer alguna actividad que te resulte placentera (leer un libro, regar una planta, tomar un pequeño tentempié…). Cuando la ansiedad no se calma con estas acciones o similares, es importante que busques ayuda en Psicología Experta lo antes posible, pues la ansiedad puede afectar de forma importante a tu vida. La terapia breve puede ayudarte: buscaremos averiguar cómo funciona el problema de la ansiedad en ti y analizamos las soluciones lógicas que has puesto en práctica, y que contribuyen todavía más a la perduración de tu ansiedad. Asimismo, te aportamos soluciones diferentes que te daremos en forma de tareas, y conseguiremos así tu desbloqueo.

Aunque si tu ansiedad te está afectando de forma importante a tu vida, mi recomendación es que te pongas en contacto con Psicología Experta lo antes posible, te avanzo algunos libros que pueden ayudarte a obtener un poco más de luz sobre la ansiedad y sus causas.

«Miedo, pánico, fobias: la terapia breve», Editorial Herder 2009, Nardone. 

«No hay noche que no vea el día: la terapia breve para los ataques de pánico», Herder 2012, Nardone.

Y para acabar este artículo, decirte lo siguiente: «La ansiedad es la mente yendo más deprisa que la vida».

¿Hablamos? Recuerda que ofrezco sesiones de psicoterapia presencial o online. La primera sesión es gratuita.

¿Qué es una Relación Tóxica? Señales que te permiten detectarla

Una relación tóxica es aquella donde alguna/s o todas partes implicadas son incapaces, por alguna razón, de impedir hacerse daño. Puede tratarse de una relación de pareja o ex-pareja, pero también de amistad, de trabajo, incluso de una relación familiar. 

Las características principales de las relaciones tóxicas son:

  • No existe un trato de igual a igual: por ejemplo, una de las partes se aprovecha de la otra, o sólo alguna de las partes obtiene beneficios de la relación.
  • Existe un desequilibrio o desigualdad entre las partes en relación: por ejemplo, una de las partes desea tener el poder y el control completo de la relación.
  • Son relaciones que hacen sufrir a alguno/s de sus miembro/s: por ejemplo, generan sentimientos de culpa, victimismo…
  • Son relaciones difícil de abandonar, donde se dan dinámicas de «dar un último intento«, «una última conversación» y/o generan dependencia emocional (enganche, adición…).
  • En su gran mayoría se caracterizan por ser como una montaña rusa emocional: son relaciones con muchos cambios emocionales (se pasa de estar feliz y en plenitud con el otro miembro de la relación, a estar triste o enfadado, fácilmente).
  • Son relaciones en las que alguno de los miembros se siente que no puede ser él mismo/a, y/o que el otro/s debe cambiar para que la relación funcione.

¿Por qué decimos que una persona, dentro de la relación de pareja o como ex-pareja, es tóxica?

Porque reúne la gran mayoría de las siguientes características y nos hacen activar alarmas rojas:

  • Potencia tus debilidades y no sabe valorar tus fortalezas.
  • Tiene una habilidad especial para arruinar tu estado de ánimo, tu día a día.
  • Es deprimente, desagradable, irritante y molesto.
  • Te hace sentir mal sólo por estar cerca de él/ella. Con el paso del tiempo acabas por sentirte emocionalmente agotado/a, incluso físicamente enfermo/a.
  • Te llena de cargas, de críticas poco o nada constructivas, de energía negativa y de problemas y frustraciones.
  • Se mete en todo lo ajeno y no es capaz de ver la viga en el propio ojo.
  • Busca argumentos y razones oscuras que avalen su proceder; te llena de injurias, calumnias y conflictos.
  • En su forma de actuar, invade, controla, envenena, y te asfixia.
  • En bastantes ocasiones, se aprovecha de ti y busca la complacencia.
  • Se queja de la mayoría de las cosas y suele mostrarse como víctima y/o quejoso/a. Le gusta dramatizar y propagar rumores. Te culpa de las situaciones y casi nunca se responsabiliza.
  • Es un ser habitualmente controlador e intenta imponer siempre sus normas, límites y criterio.
  • Suele ser ofensivo, sarcástico y puede ejercerte presión o poder a través de gritos y malos tratos. Por ejemplo, cuanto tú más supliques o llores, más se va a recrear en tu dolor: la persona tóxica, para sentirse superior, es adicta a hacer daño.
  • Muchas veces engaña y/o manipula, incluso recurre a infundir miedo, para conseguir sus objetivos. Puede chantajear y/o, incluso, agredirte verbal y/o físicamente con tal de salirse con la suya. 

¿Por qué es importante cortar con una relación tóxica?

Las consecuencias o efectos de la relación tóxica pueden ser muy variadas. La reacción más inmediata a la toxicidad es la aparición de emociones como la confusión, la perplejidad, el miedo, el enfado o la ira, la negación, la tristeza,  el nerviosismo y/o la desesperanza. Las relaciones tóxicas, a medio y largo plazo, pueden tener un impacto directo en la salud mental de la persona que las sufre, generar síntomas de ansiedad y depresión, trastornos alimentarios, trastornos del sueño e, incluso, provocar comportamientos auto-lesivos. A todo esto hay que sumar que las relaciones tóxicas tienen un impacto muy negativo en la autoestima y en la confianza de la persona que la sufre, de construir vínculos sanos en el futuro.

Re recomiendo algunos libros que te pueden ayudar a tomar consciencia sobre las relaciones tóxicas:

  • «Gente tóxica«, de Berdardo Stamateas.
  • «Personas tóxicas«, de Silvia Congost.
  • «Más gente tóxica«, de Berdardo Stamateas.
  • «La familia: de relaciones tóxicas a relaciones sanas«, de Laura Rojas-Marcos.
  • «Relaciones tóxicas», de Hope Utara.
  • «Amor Zero«, de Iñaki Piñuel.
  • «Familia Zero«, de Iñaki Piñuel.
  • «Amores altamente peligrosos«, de Walter Riso

Me gustaría también compartir contigo esta frase e invitarte a reflexionarla:

«Al igual que el arsénico, las personas tóxicas te matarán lentamente. Matan tu espíritu positivo y juegan con tu mente y emociones. La única cura es dejarlos ir«, (Dennisse Lisseth).

ATENCIÓN. Es importante que busques ayuda psicoterapéutica si estás sufriendo en una relación. Con un acompañamiento adecuado podrás tomar consciencia de si estás inmersa o no en una relación tóxica, ta darás cuenta de lo que te produce ahora y de lo que te puede llegar a provocar a largo plazo.

¿Hablamos?

La Dependencia Emocional. Signos alarmantes para que la detectes en ti

La dependencia emocional es un patrón relacional que ocurre normalmente en las relaciones de pareja y que se caracteriza por un apego insano y casi obsesivo (o sin el casi) hacia la otra persona, ante el miedo a que la relación se acabe y produzca dolor en nosotras. Tienes dependencia emocional si eres incapaz de cortar una relación insana donde la única opción posible es esa: finiquitar la relación. Y eres incapaz de acabar con ella porque sufres un enganche, una adición a la relación.

Los principales síntomas que apuntan a que sufres de dependencia emocional son: inseguridad, sentimiento constante de vacío, baja autoestima, presencia de creencias infundadas, miedo a perder a la persona y/o ideas irracionales, estar dispuesta a hacer cualquier cosa para que esa relación funcione,  o pensamientos recurrentes y obsesivos en torno a una determinada persona. También puede aparecer con tiempo sintomatología psicosomática: ansiedad, nerviosismo, tristeza, depresión, problemas para dormir, dificultades con la alimentación, baja autoestima…

He visto casos que bien podrían considerarse propios de la dependencia emocional (e incluso de co-dependencia) en la relación con una ex-pareja tóxica. El enganche que tuvisteis durante la relación y la dependencia generada, sobre todo en parejas cargadas de toxicidad o abuso,  no deja ver a la otra persona tal y como es en realidad. Viste cualidades de pareja dónde no las había y ahora quieres vivir con la esperanza de que la relación no está del todo perdida, aferrándote con ello a idealizar e incluso excusar defectos parentales en la otra persona sólo porque no está superada la ruptura ni hay capacidad de ver la realidad. La ilusión de que es un buen padre aunque fuera una pareja tóxica para nosotras es como el árbol que no deja ver el bosque.

Como puedes deducir, la dependencia emocional es un enganche cargado de alta toxicidad, altamente nocivo y, aún siendo el padre de tus hijos, lo mejor para sanarnos es el contacto cero. Cuando ha habido maltrato o abuso, lo más probable es que el ex tóxico intente llevarnos de nuevo a dónde él desea, y eso alimentará sin duda la dependencia de nuevo. Lo mismo ocurre si, por ser el padre de tus hijos, deseas tener una relación de “buen rollo” con este ser cargado de toxicidad, siendo esta situación terreno abonado para volver al enganche con la persona con la que tanto nos ha costado cortar la relación. El contacto cero, al menos durante un tiempo más o menos largo, es lo que te va a permitir darte cuenta de la situación tóxica y de si sufres de dependencia emocional respecto a tu ex.

Voy a recomendarte algunos libros que te van a aportar claridad sobre la dependencia emocional:

  • «Cuando amar demasiado es depender«, de Silvia Congost.
  • «Desapegarse sin anestesia«, de Walter Riso.
  • «Las mujeres que aman demasiado«, de Robin Norwood.
  • «Amar o depender», de Walter Riso.
  • «Si duele, no es amor», de Silvia Congost.
  • «Amor Zero«, de Iñaki Piñuel.
  • «La superación de la dependencia emocional», de Jorge Castelló.
  • «Dejar ir«, de David Hawkins.
  • «Querer no es poder. Cómo comprender y superar las adiciones!, de Arnold M. Washton, Donna Boundy. Gloria Vitale (traducción).

Salir de la dependencia emocional no es fácil y te recomiendo que busques ayuda psicoterapéutica. ¿Hablamos?

«Si no aprendemos a soltar, si no dejamos ir, si el apego puede más que nosotros y nos quedamos ahí atados, pegados a esos sueños, fantasías e ilusiones, el dolor crecerá sin parar y nuestra tristeza será la compañera de ruta«, (Jorge Bucay).

Es importante que seas una persona agradecida

La GRATITUD es la cualidad de ser agradecida y consiste en apreciar los aspectos de nuestra vida y en reconocer que las otras personas desempeñan un papel en nuestro crecimiento personal. La gratitud en centrarse en las cosas que tienen lugar en nuestra existencia y en sentirse dichosa por lo que tenemos. Es detenerse a darse cuenta y valorar las cosas que solemos dar por sentadas, como tener un lugar donde vivir, comida, agua limpia, amigos, familia e, incluso, de los eventos adversos y las malas experiencias que nos ocurren, agradecer nuestra capacidad de superación y los aprendizajes que obtenemos.

Seguro que estás pensando que es fácil ser agradecida con las cosas buenas que nos pasan en la vida: yo por ejemplo agradezco a diario que mi salud es óptima, que trabajo en aquello que me gusta, que mis hijos se sienten en familia en casa, que llevan a cabo sus estudios, incluso que en verano, nos podemos marchar juntos de vacaciones. ¿Qué es lo que agradeces tú a diario?

También imagino tu frase: ¡qué difícil es agradecer a la vida que haya pasado esa mala experiencia! Pues sí, tienes razón, no es fácil agradecer las malas experiencias. A mí me costó bastante darme cuenta de que las cosas no tan buenas que me ocurrían, igual estaban ahí por algo. No se si a ti te habrá ocurrido, pero a mi me ha pasado que las «desgracias» nunca llegan solas, y además, hay experiencias desagradables que parecen repetirse en el tiempo. Incluso hay algunas que parece que han venido a tu existir para quedarse.

Párate a pensar en un momento en las cosas no tan buenas que ahora te rodean. Más allá del sufrimiento o la preocupación que te conllevan, ¿no crees que esas experiencias negativas son las que fortalecen tu carácter y te enseñan tus puntos débiles? ¡Fíjate ahora en el potencial que tienes a tu favor para sobrepasar la dificultad! Es importante que entiendas que la gratitud no consiste en creer que nada malo te está pasando, invalidar o minimizar tu malestar actual, sino que se trata de poder aceptar que te están ocurriendo cosas desagradables por algo y que debes ponerte en acción para que la situación cambie, te des cuenta de tus recursos y te lleves un montón de aprendizajes. Aunque ahora te cueste verlo, te aseguro que es así.

A mi por ejemplo me costó aceptar y agradecer la toxicidad de ciertas relaciones: de culparme durante mucho tiempo, pasé a sentirme víctima. Cuando estaba anclada en la culpa sentía que la relación tóxica no funcionaba por mi manera de ser, actuar, que yo era la responsable de que las cosas funcionaran o no. Y te aseguro que vivir con esa carga encima no es fácil. Y cuando estaba instaurada en el victimismo, la mochila no sé si aun era peor que la de la culpa: sentir que el otro actúa contra ti y tu sólo paras los golpes y cada vez te cuesta más saber cómo, cuándo y dónde acudir para defenderte, es agotador.

Un buen día me desperté inspirada -aunque estaba muy cansada de tantos años de toxicidad- y me busqué un psicoterapeuta, y después otro, y después otro… En todos nos centrábamos en lo mismo: en todo lo que me estaba ocurriendo. Hasta que di con Jordi, que me abrió los ojos de cuanto contribuía yo a todo lo que me ocurría. Entendí que yo siempre hacía las mismas cosas y obtenía los mismos (pésimos) resultados. A partir de ese día agradecí todo lo que me estaba ocurriendo a nivel de toxicidad relacional y lo utilicé a mi favor: para ser más resistente y menos reactiva, para ser más resiliente, para aceptar que debía salir de dónde estaba, para cultivar la toma de perspectiva y darme cuenta de que el mapa no es el territorio, para hacer una mirada interna, para trabajar el duelo y el perdón, y, con el tiempo, para poder dedicarme a acompañar a otras mujeres que ahora tienen la misma poca claridad que yo tenía entonces.

Es importante aplicar la gratitud en tu día a día, y especialmente ante los acontecimientos adversos, pues son -aunque te parezca mentira ahora-, los que más cosas van a aportar a tu vida, a tu crecimiento personal.

Hoy día, puedo decirte que muestro mi GRATITUD a los años que he estado atrapada en relaciones tóxicas y a la toxicidad de esas personas que en ese momento formaban parte del problema y las dificultades. De todo ello he obtenido más de lo que me quitaron y, sobretodo, me hicieron darme cuenta de lo más importante: de que en la adversidad está el crecimiento personal. Nada ha podido conmigo, el dolor me ha convertido en alguien más fuerte, y aquí estoy ahora – con más energía que nunca-, para acompañarte en tu camino.

No me gustaría acabar este artículo sin recomendarte algunos libros que a mí me han servido para cultivar la GRATITUD.

  • «El poder está dentro de ti«, de Louise Hay.
  • «¿Dónde están las monedas?, de Joan Garriga.
  • «Gratitud: dar gracias por lo que tienes transformará tu vida«, de Louise Hay.
  • «El Poder de la Gratitud: 7 Ejercicios Simples que van a cambiar tu vida a mejor», de Marc Reklau.
  • «Diarios de gratitud«, de Janice Kaplan.
  • «Vive la vida como agradecimiento«, de Nina Lesowitz y Mary Beth Sammons.
  • «Gratitud», de Oliver Sacks.
  • «Palabras de gratitud», de Robert Emmons.
  • «El libro de la gratitud (el secreto)», de Rhonda Byrne.

La GRATITUD «es la clave que convierte los problemas en bendiciones y lo inesperado en regalos«, (Pam Grout).

Conviértete en Embajadora y ayuda a otras mujeres

El Programa «Hazte Embajadora» es una propuesta psicoterapéutica-formativa que te va a dotar de las herramientas necesarias de mi Método de trabajo para que puedas convertirte en acompañante de otras personas que ahora están inmersas en relaciones tóxicas que las hacen sufrir, y no tienen la claridad suficiente como para salir de ellas y estar bien.

Es un programa que está dedicado de forma exclusiva a personas que han sufrido relaciones tóxicas, maltrato, dependencia emocional o dificultades psico-emocionales y con su autoestima, derivado de situaciones de toxicidad. ¿Por qué en exclusiva a estas personas? Porque, ¿quién mejor que alguien que ha sufrido el abuso en su propia piel, va a poder ayudar a otras personas que ahora están pasando por ello?

Este programa te va a venir muy bien para poder acabar de cerrar los temas pendientes en ti misma sobre tu relación tóxica del pasado, y formarte ara poder mentorizar o acompañar a personas que necesitan darse cuenta de que están en una relación tóxica, sufren de dependencia emocional o tienen otros malestares, y acompañarlas a salir de ahí.

Formar parte del programa te va a dar luego acceso a trabajar juntas y tener a tus propias pacientes. ¿Quién mejor que tú para ayudarlas en alguna parte de su proceso, que has sufrido está situación de la toxicidad en tu propia piel?

El programa consta de 12 sesiones, que se llevan a cabo cada 15 días. Se imparte de forma presencial en mi despacho de Sabadell o de Barcelona, o bien online. A lo largo de las sesiones trabajaremos una parte psicoterapéutica para que adquieras las habilidades necesarias para ser mentora/acompañante (embajadora de mi método) y te enviaré material de estudio y trabajo de una sesión a otra para, cuando nos veamos, puedas aclarar dudas. El programa está pensado para que lo acabes en 24 semanas (o sea, unos 4 meses) si bien puedo ser flexible a finalizarlo en un plazo máximo de 6 meses si necesitas un ritmo de estudio diferente. Si quieres hacerlo en menos semanas (a una sesión por semana) también es posible, pero vas a tener que tener tiempo libre suficiente para ello. El pago del programa se estudia de forma personalizada y con descuentos según el paquete escogido y tu situación personal.

El temario del programa incluye aspectos como: tipos de relaciones tóxicas y cómo nos enganchamos a ellas; apego y trauma; la dependencia emocional y la autoestima; cómo ayudar a la persona a despertar de la relación tóxica; uso de herramientas de ayuda a la persona que está inmersa en una situación de dependencia emocional o una relación tóxica; las secuelas de la relación tóxica y cómo superarlas; herramientas de crecimiento personal y profesional para la embajadora/acompañante de mi método; entre otras.

Además, es un programa totalmente personalizado y no una formación general para todos los públicos. Es decir, que no vas a aprender un temario y ya está, si no que vas adquirir las herramientas necesarias para acompañar a personas inmersas en relaciones tóxicas, dependencia emocional y dificultades de autoestima des de tu propia experiencia personal, tu propia forma de trabajar y ajustando las herramientas que a mi me sirven, a tu estilo.

Eso sí, vas a tener que estudiar un montón durante el programa, aunque vas a estar acompañada por mi vía whatsapp, siempre que lo necesites más allá de las sesiones.

¿Qué esperas para apuntarte?