¿Estás sufriendo de ansiedad? Ideas útiles para vencerla

En primer lugar me gustaría decirte que la ansiedad es un mecanismo defensivo; es un sistema de alerta que «activa» a la persona ante situaciones consideradas «amenazantes». Es universal porque se da en todas las personas, y es normal, adaptativo y anticipatorio y tiene que ver con la capacidad de respuesta. Ahora bien, la ansiedad se convierte en un trastorno de ansiedad cuando esta reacción defensiva se pone en marcha en situaciones que habitualmente no son amenazantes ni peligrosas, o se activa de manera recurrente y/o persistente, hasta el extremo de interferir de forma importante en la vida diaria.

La ansiedad como trastorno psicológico se caracteriza, a grandes rasgos, por tener sentimientos de miedo, temor e inquietud y que puede llevar a que la persona tenga síntomas físicos como sudar, sentirse inquieta o tensa, y tenga palpitaciones o sensación de ahogo. Con el propósito de prevenir estos síntomas y sentimientos (que pueden aparecer en la infancia o adolescencia y continuar en la edad adulta), la persona puede ser que evite ciertos lugares o situaciones.

El trastorno de ansiedad puede ser de diferentes tipos, pudiendo la persona sufrir de uno o varios a la vez. Voy a mostrarte ahora los tipos de ansiedad más habituales.

El trastorno de ansiedad por separación: miedo o ansiedad intensos y persisten ante la situación de tener que separarse de una persona con la que tiene un vínculo estrecho. Los principales síntomas son rechazo a quedarse solo en casa o desplazarse a otros lugares (escuela, trabajo, etc.), preocupación, malestar psicológico subjetivo, presencia de pesadillas o síntomas físicos ante la separación o la anticipación de tener que separarse, entre otras.

El trastorno de ansiedad social se caracteriza por el miedo o ansiedad intensa aparece en relación a una o más situaciones sociales en las que la persona queda expuesta a los demás y su posible juicio. La persona siente miedo a mostrarse o ser juzgada de una determinada manera y eso le genera síntomas propios de la ansiedad.

El trastorno de ansiedad generalizada es una forma de ansiedad y preocupación persistentes, excesivas y que la persona no puede controlar, sobre diversos acontecimientos vitales y con presencia de sintomatología fisiológica. La persona puede sentirse inquieta, nerviosa o fatigarse fácilmente, y puede tener dificultades para concentrarse, irritabilidad, tensión muscular o dificultad para dormir. 

El trastorno de pánico se caracteriza porque la persona queda invadida por sentimientos repentinos de terror aun cuando no hay ningún peligro real. Los síntomas pueden ser variados pero muy invalidantes para la persona que los sufre: dolor de pecho o estómago, dificultad para respirar, temblores o espasmos, sudor, mareos, escalofríos, temblor de manos…., incluso la sensación de que se va a morir de repente.

La ansiedad debida a otra enfermedad médica se caracteriza sobre todo por la manifestación de crisis de angustia o ansiedad, con evidencias de que ello es la consecuencia pato-fisiológica directa de una condición médica particular. Mención especial cabe darle al tema de las fobias, que generan ansiedad. En la fobia a hablar en público o en la fobia a animales, la persona habitualmente siente ansiedad cuando se expone por ejemplo a tener que hablar en una reunión de trabajo o cuando se le acerca un animal al que teme, respectivamente.

Hay muchas situaciones vitales que pueden generar ansiedad a la persona: una pérdida de un familiar o del trabajo, un cambio importante en la vida de la persona, una relación tóxica, una discusión con alguien querido, una quiebra económica, un problema social, entre otras. La ansiedad también afecta a la autoestima de la persona, pues la persona que la sufre, al sentir que no puede hacer algo porque le genera sintomatología ansiosa, fácilmente siente que no es válida.

¿Qué puedes hacer si sientes ansiedad? ¿Cómo tratarla?

Hay algunas acciones que pueden ayudarte a superar la ansiedad: por ejemplo hacer ejercicio, hacer unas sencillas respiraciones, evadir la mente, tomar una ducha, hacer alguna actividad que te resulte placentera (leer un libro, regar una planta, tomar un pequeño tentempié…). Cuando la ansiedad no se calma con estas acciones o similares, es importante que busques ayuda en Psicología Experta lo antes posible, pues la ansiedad puede afectar de forma importante a tu vida. La terapia breve puede ayudarte: buscaremos averiguar cómo funciona el problema de la ansiedad en ti y analizamos las soluciones lógicas que has puesto en práctica, y que contribuyen todavía más a la perduración de tu ansiedad. Asimismo, te aportamos soluciones diferentes que te daremos en forma de tareas, y conseguiremos así tu desbloqueo.

Aunque si tu ansiedad te está afectando de forma importante a tu vida, mi recomendación es que te pongas en contacto con Psicología Experta lo antes posible, te avanzo algunos libros que pueden ayudarte a obtener un poco más de luz sobre la ansiedad y sus causas.

«Miedo, pánico, fobias: la terapia breve», Editorial Herder 2009, Nardone. 

«No hay noche que no vea el día: la terapia breve para los ataques de pánico», Herder 2012, Nardone.

Y para acabar este artículo, decirte lo siguiente: «La ansiedad es la mente yendo más deprisa que la vida».

¿Hablamos? Recuerda que ofrezco sesiones de psicoterapia presencial o online. La primera sesión es gratuita.

¿Qué es una Relación Tóxica? Señales que te permiten detectarla

Una relación tóxica es aquella donde alguna/s o todas partes implicadas son incapaces, por alguna razón, de impedir hacerse daño. Puede tratarse de una relación de pareja o ex-pareja, pero también de amistad, de trabajo, incluso de una relación familiar. 

Las características principales de las relaciones tóxicas son:

  • No existe un trato de igual a igual: por ejemplo, una de las partes se aprovecha de la otra, o sólo alguna de las partes obtiene beneficios de la relación.
  • Existe un desequilibrio o desigualdad entre las partes en relación: por ejemplo, una de las partes desea tener el poder y el control completo de la relación.
  • Son relaciones que hacen sufrir a alguno/s de sus miembro/s: por ejemplo, generan sentimientos de culpa, victimismo…
  • Son relaciones difícil de abandonar, donde se dan dinámicas de «dar un último intento«, «una última conversación» y/o generan dependencia emocional (enganche, adición…).
  • En su gran mayoría se caracterizan por ser como una montaña rusa emocional: son relaciones con muchos cambios emocionales (se pasa de estar feliz y en plenitud con el otro miembro de la relación, a estar triste o enfadado, fácilmente).
  • Son relaciones en las que alguno de los miembros se siente que no puede ser él mismo/a, y/o que el otro/s debe cambiar para que la relación funcione.

¿Por qué decimos que una persona, dentro de la relación de pareja o como ex-pareja, es tóxica?

Porque reúne la gran mayoría de las siguientes características y nos hacen activar alarmas rojas:

  • Potencia tus debilidades y no sabe valorar tus fortalezas.
  • Tiene una habilidad especial para arruinar tu estado de ánimo, tu día a día.
  • Es deprimente, desagradable, irritante y molesto.
  • Te hace sentir mal sólo por estar cerca de él/ella. Con el paso del tiempo acabas por sentirte emocionalmente agotado/a, incluso físicamente enfermo/a.
  • Te llena de cargas, de críticas poco o nada constructivas, de energía negativa y de problemas y frustraciones.
  • Se mete en todo lo ajeno y no es capaz de ver la viga en el propio ojo.
  • Busca argumentos y razones oscuras que avalen su proceder; te llena de injurias, calumnias y conflictos.
  • En su forma de actuar, invade, controla, envenena, y te asfixia.
  • En bastantes ocasiones, se aprovecha de ti y busca la complacencia.
  • Se queja de la mayoría de las cosas y suele mostrarse como víctima y/o quejoso/a. Le gusta dramatizar y propagar rumores. Te culpa de las situaciones y casi nunca se responsabiliza.
  • Es un ser habitualmente controlador e intenta imponer siempre sus normas, límites y criterio.
  • Suele ser ofensivo, sarcástico y puede ejercerte presión o poder a través de gritos y malos tratos. Por ejemplo, cuanto tú más supliques o llores, más se va a recrear en tu dolor: la persona tóxica, para sentirse superior, es adicta a hacer daño.
  • Muchas veces engaña y/o manipula, incluso recurre a infundir miedo, para conseguir sus objetivos. Puede chantajear y/o, incluso, agredirte verbal y/o físicamente con tal de salirse con la suya. 

¿Por qué es importante cortar con una relación tóxica?

Las consecuencias o efectos de la relación tóxica pueden ser muy variadas. La reacción más inmediata a la toxicidad es la aparición de emociones como la confusión, la perplejidad, el miedo, el enfado o la ira, la negación, la tristeza,  el nerviosismo y/o la desesperanza. Las relaciones tóxicas, a medio y largo plazo, pueden tener un impacto directo en la salud mental de la persona que las sufre, generar síntomas de ansiedad y depresión, trastornos alimentarios, trastornos del sueño e, incluso, provocar comportamientos auto-lesivos. A todo esto hay que sumar que las relaciones tóxicas tienen un impacto muy negativo en la autoestima y en la confianza de la persona que la sufre, de construir vínculos sanos en el futuro.

Re recomiendo algunos libros que te pueden ayudar a tomar consciencia sobre las relaciones tóxicas:

  • «Gente tóxica«, de Berdardo Stamateas.
  • «Personas tóxicas«, de Silvia Congost.
  • «Más gente tóxica«, de Berdardo Stamateas.
  • «La familia: de relaciones tóxicas a relaciones sanas«, de Laura Rojas-Marcos.
  • «Relaciones tóxicas», de Hope Utara.
  • «Amor Zero«, de Iñaki Piñuel.
  • «Familia Zero«, de Iñaki Piñuel.
  • «Amores altamente peligrosos«, de Walter Riso

Me gustaría también compartir contigo esta frase e invitarte a reflexionarla:

«Al igual que el arsénico, las personas tóxicas te matarán lentamente. Matan tu espíritu positivo y juegan con tu mente y emociones. La única cura es dejarlos ir«, (Dennisse Lisseth).

ATENCIÓN. Es importante que busques ayuda psicoterapéutica si estás sufriendo en una relación. Con un acompañamiento adecuado podrás tomar consciencia de si estás inmersa o no en una relación tóxica, ta darás cuenta de lo que te produce ahora y de lo que te puede llegar a provocar a largo plazo.

¿Hablamos?

La Dependencia Emocional. Signos alarmantes para que la detectes en ti

La dependencia emocional es un patrón relacional que ocurre normalmente en las relaciones de pareja y que se caracteriza por un apego insano y casi obsesivo (o sin el casi) hacia la otra persona, ante el miedo a que la relación se acabe y produzca dolor en nosotras. Tienes dependencia emocional si eres incapaz de cortar una relación insana donde la única opción posible es esa: finiquitar la relación. Y eres incapaz de acabar con ella porque sufres un enganche, una adición a la relación.

Los principales síntomas que apuntan a que sufres de dependencia emocional son: inseguridad, sentimiento constante de vacío, baja autoestima, presencia de creencias infundadas, miedo a perder a la persona y/o ideas irracionales, estar dispuesta a hacer cualquier cosa para que esa relación funcione,  o pensamientos recurrentes y obsesivos en torno a una determinada persona. También puede aparecer con tiempo sintomatología psicosomática: ansiedad, nerviosismo, tristeza, depresión, problemas para dormir, dificultades con la alimentación, baja autoestima…

He visto casos que bien podrían considerarse propios de la dependencia emocional (e incluso de co-dependencia) en la relación con una ex-pareja tóxica. El enganche que tuvisteis durante la relación y la dependencia generada, sobre todo en parejas cargadas de toxicidad o abuso,  no deja ver a la otra persona tal y como es en realidad. Viste cualidades de pareja dónde no las había y ahora quieres vivir con la esperanza de que la relación no está del todo perdida, aferrándote con ello a idealizar e incluso excusar defectos parentales en la otra persona sólo porque no está superada la ruptura ni hay capacidad de ver la realidad. La ilusión de que es un buen padre aunque fuera una pareja tóxica para nosotras es como el árbol que no deja ver el bosque.

Como puedes deducir, la dependencia emocional es un enganche cargado de alta toxicidad, altamente nocivo y, aún siendo el padre de tus hijos, lo mejor para sanarnos es el contacto cero. Cuando ha habido maltrato o abuso, lo más probable es que el ex tóxico intente llevarnos de nuevo a dónde él desea, y eso alimentará sin duda la dependencia de nuevo. Lo mismo ocurre si, por ser el padre de tus hijos, deseas tener una relación de “buen rollo” con este ser cargado de toxicidad, siendo esta situación terreno abonado para volver al enganche con la persona con la que tanto nos ha costado cortar la relación. El contacto cero, al menos durante un tiempo más o menos largo, es lo que te va a permitir darte cuenta de la situación tóxica y de si sufres de dependencia emocional respecto a tu ex.

Voy a recomendarte algunos libros que te van a aportar claridad sobre la dependencia emocional:

  • «Cuando amar demasiado es depender«, de Silvia Congost.
  • «Desapegarse sin anestesia«, de Walter Riso.
  • «Las mujeres que aman demasiado«, de Robin Norwood.
  • «Amar o depender», de Walter Riso.
  • «Si duele, no es amor», de Silvia Congost.
  • «Amor Zero«, de Iñaki Piñuel.
  • «La superación de la dependencia emocional», de Jorge Castelló.
  • «Dejar ir«, de David Hawkins.
  • «Querer no es poder. Cómo comprender y superar las adiciones!, de Arnold M. Washton, Donna Boundy. Gloria Vitale (traducción).

Salir de la dependencia emocional no es fácil y te recomiendo que busques ayuda psicoterapéutica. ¿Hablamos?

«Si no aprendemos a soltar, si no dejamos ir, si el apego puede más que nosotros y nos quedamos ahí atados, pegados a esos sueños, fantasías e ilusiones, el dolor crecerá sin parar y nuestra tristeza será la compañera de ruta«, (Jorge Bucay).

Conviértete en Embajadora y ayuda a otras mujeres

El Programa «Hazte Embajadora» es una propuesta psicoterapéutica-formativa que te va a dotar de las herramientas necesarias de mi Método de trabajo para que puedas convertirte en acompañante de otras personas que ahora están inmersas en relaciones tóxicas que las hacen sufrir, y no tienen la claridad suficiente como para salir de ellas y estar bien.

Es un programa que está dedicado de forma exclusiva a personas que han sufrido relaciones tóxicas, maltrato, dependencia emocional o dificultades psico-emocionales y con su autoestima, derivado de situaciones de toxicidad. ¿Por qué en exclusiva a estas personas? Porque, ¿quién mejor que alguien que ha sufrido el abuso en su propia piel, va a poder ayudar a otras personas que ahora están pasando por ello?

Este programa te va a venir muy bien para poder acabar de cerrar los temas pendientes en ti misma sobre tu relación tóxica del pasado, y formarte ara poder mentorizar o acompañar a personas que necesitan darse cuenta de que están en una relación tóxica, sufren de dependencia emocional o tienen otros malestares, y acompañarlas a salir de ahí.

Formar parte del programa te va a dar luego acceso a trabajar juntas y tener a tus propias pacientes. ¿Quién mejor que tú para ayudarlas en alguna parte de su proceso, que has sufrido está situación de la toxicidad en tu propia piel?

El programa consta de 12 sesiones, que se llevan a cabo cada 15 días. Se imparte de forma presencial en mi despacho de Sabadell o de Barcelona, o bien online. A lo largo de las sesiones trabajaremos una parte psicoterapéutica para que adquieras las habilidades necesarias para ser mentora/acompañante (embajadora de mi método) y te enviaré material de estudio y trabajo de una sesión a otra para, cuando nos veamos, puedas aclarar dudas. El programa está pensado para que lo acabes en 24 semanas (o sea, unos 4 meses) si bien puedo ser flexible a finalizarlo en un plazo máximo de 6 meses si necesitas un ritmo de estudio diferente. Si quieres hacerlo en menos semanas (a una sesión por semana) también es posible, pero vas a tener que tener tiempo libre suficiente para ello. El pago del programa se estudia de forma personalizada y con descuentos según el paquete escogido y tu situación personal.

El temario del programa incluye aspectos como: tipos de relaciones tóxicas y cómo nos enganchamos a ellas; apego y trauma; la dependencia emocional y la autoestima; cómo ayudar a la persona a despertar de la relación tóxica; uso de herramientas de ayuda a la persona que está inmersa en una situación de dependencia emocional o una relación tóxica; las secuelas de la relación tóxica y cómo superarlas; herramientas de crecimiento personal y profesional para la embajadora/acompañante de mi método; entre otras.

Además, es un programa totalmente personalizado y no una formación general para todos los públicos. Es decir, que no vas a aprender un temario y ya está, si no que vas adquirir las herramientas necesarias para acompañar a personas inmersas en relaciones tóxicas, dependencia emocional y dificultades de autoestima des de tu propia experiencia personal, tu propia forma de trabajar y ajustando las herramientas que a mi me sirven, a tu estilo.

Eso sí, vas a tener que estudiar un montón durante el programa, aunque vas a estar acompañada por mi vía whatsapp, siempre que lo necesites más allá de las sesiones.

¿Qué esperas para apuntarte?

Aprende con mi novela: Cuando todo cobra sentido

Destacado

Mi primera novela

Esta es la historia de Teresa y Manuela. también la de Marc y Martina. Y la de María, Lucía y tantos otros personajes. Cuando todo cobra sentido es una novela entrañable sobre el cuidado en las residencias de personas mayores, que ha sido escrita a fuego lento. Profesionalmente me dedico a dirigir centros residenciales para personas en situación de dependencia y vulnerabilidad social desde el año 1999. A lo largo del tiempo he visto evolucionar los modelos de atención residencial hacia formas más centradas en las personas. Ahora bien, muchos años de oficio llevan a muchas preguntas. Cuando una es perfeccionista como yo lo soy – los que me conocéis a fondo lo sabéis muy bien-, no se conforma con lo establecido. Esta novela propone una nueva mirada a la atención residencial, bajo el prisma de un novedoso modelo que, en ese cocinar lento, me ha surgido también como una forma de vida.

La historia que en mi libro narro, es una historia ficticia, pero a la vez inspirada, en todas las personas que han marcado mi hacer profesional todos estos años. La historia se inicia cuando Marc y Martina reciben en su hogar un regalo inesperado. Un cuaderno manuscrito, de autor desconocido, a través del cual los dos hermanos conocerán la historia de Manuela y la anciana Teresa. La relación entre ambas aportará a los chicos una descripción del cuidado residencial. De las dudas y preguntas de Manuela sobre la buena calidad asistencial, se revela el Modelo de Atención basado en la Interdependencia, del cual te proporciono un breve resumen a lo largo de Cuando Todo cobra Sentido. El relato es una breve entrega, además, de grandes aprendizajes vitales para cualquier lector.

A lo largo del proceso de escritura, el Modelo de Atención basado en la Interdependencia se ha ido convirtiendo para mi no sólo en una herramienta de reflexión y mejora de la atención que prestamos en las residencias de personas en situación de dependencia, sino también la base para el abordaje del acompañamiento a personas que se encuentran inmersas en relaciones tóxicas, consigo mismas o con los demás. El Modelo de Atención Basado en la Interdependencia y sus pilares (la confianza, la escucha, la autenticidad y la aceptación incondicional) son unas magníficas herramientas, a mi parecer, para abordar dificultades personales. ¡Ya estoy preparando mi segundo libro para que veas la aplicación del Modelo de forma amplia en contextos más psicoterapéuticos! El Modelo es útil para salir de relaciones tóxicas, superar la dependencia emocional, trabajar la autoestima y para el crecimiento personal.

Puedes adquirir Cuando todo cobra sentido, en formato eBook o en papel, a través de la plataforma Amazon.es.

Me hace mucha ilusión que adquieras un ejemplar en papel. El eBook es más económico pero va a tener menos recorrido. Ya sabes cómo soy – y si no, te lo explico-: todo aquello que está en consonancia con mis valores personales acabo retornándolas a otras cosas que aporten valor social. Este libro tiene un gran valor para mí, tanto como para donar la mayor parte de la recaudación de las ventas a proyectos solidarios con las personas en situación de dependencia o vulnerabilidad social. Los ingresos del libro en papel van a ser mayores y por tanto vamos a poder ayudar, juntas, a más «Manuelas» y «Teresas».

Te dejo el enlace del eBook y algunas páginas de lectura previa. También puedes adquirir la versión en papel.

https://amzn.eu/ajxI5DX

No dudes en contactarme si necesitas algo.

¿Te sientes mal en la relación con tu ex pareja?

Destacado

Existe un viejo refrán que dice que el tiempo cura todas las heridas y eso es cierto hasta cierto punto: no es el tiempo sino el momento en que tu digas ¡basta!

La dependencia emocional que genera una relación tóxica se supera.Y las heridas que deja esa relación de dependencia en ti, también se superan. Hay dependencia emocional cuando la persona se siente incapaz de cortar la relación de pareja aunque ésta la está dañando. La dependencia emocional actúa bajo el mismo mecanismo que cualquier otra adicción. El adicto al alcohol nunca volverá a pisar un bar para no recaer en su adicción. Las dependientes emocionales también son adictas: a una persona tóxica, en este caso la pareja.

A diferencia de otras adicciones, la dependencia emocional se puede trascender: se deja de ser dependiente emocional cuando se aplica el Contacto Cero y poco a poco una se va recuperando a sí misma. La fortuna es que, a diferencia del alcohol o las drogas, la dependencia emocional se supera con posibilidad de tener después otras relaciones de pareja sanas (atención: con otras personas) y salir reforzada en autoestima si uno se pone manos a la obra.

Ahora bien, no todas las heridas quedan sanadas con el tiempo: pueden reabrirse con facilidad si no tienes activada una alerta roja. Y esto es más cierto que nunca en los casos en que tu ex-pareja tóxica debe seguir “formando parte de tu vida” porque tenéis hijos en común o otros puentes de conexión. Aún se rompe la relación, el verdugo sigue necesitando sus vitaminas, y esto es así aunque tenga una nueva relación o se olvide temporalmente de tí. Siempre vuelve a intentar dañar pues su ego necesita de eso, de atacar al otro para sobrevivir y en esa tesitura es fácil, si no estás en alerta roja, que tu ex tóxico intente, quiera e incluso pueda, volver a dañarte.

Con tan sólo una llamada preguntando por los hijos o un correo electrónico pidiéndote información médica sobre ellos, tu ex pareja tóxica puede destruir efectivamente en diez minutos, toda tu armonía y la confianza que tantas semanas o meses te ha costado a ti construir. Aunque hayan pasado años de vuestra separación, él se cree con el derecho de entrar en tu vida cuando quiere, intentar embaucarte con alguna información supuestamente inocente (“mira que he visto que la niña parece que necesita gafas” o “me da la impresión que al niño ya no le gusta el futbol”) y a través de su ingeniería perfecta, paranoica y perversa, cogerá cada una de tus palabras para manipularte, hacerte sentir mala madre y observar atentamente cómo vuelves a caer en desgracia. Al final, después de un ataque que puede durar unos días (no se cansa fácilmente  de enviar mensajes o mails pues necesita siempre tener la última palabra y cuestionar tu cordura), desaparece nuevamente sin más, pues ya tiene la vitamina que necesita y tú debes recoger de nuevo tus pedazos. Y hasta la próxima: porque siempre, siempre, siempre, hay próxima.

Las siguientes veces ya no serán posibles y las heridas entonces se curaran definitivamente, cuando digas ¡basta! y sigas este consejo: la próxima vez que te llame, te escriba o tenga un mensaje para tí, confía en tu instinto. Si tienes un mal presentimiento de que con una simple llamada o palabra de él vas a volver a salir herida, no intentes apartar lo mal que te huele el tema. Nunca subestimes el alcance de la traición de tu ex pareja tóxica: los malos presentimientos sobre las intenciones que tiene, siempre se confirman.

Este es el último paso para tu libertad: tener siempre activa, contra tu ex pareja tóxica, la alerta roja. Da igual que sea el padre de tus hijos, que haya rehecho su vida, que hayan pasado años y que se muestre como un “Papá 10”. Una vez le identificaste y le reconociste como persona tóxica y ya te has dado cuenta de que nunca vas a ganar nada interactuando con él. La única posibilidad de que tu viaje sea diferente y sanar las heridas de verdad, es huir de cualquier encuentro psicopático con esa persona que siempre será tóxica para ti.

El maltrato contra las mujeres

Este es un párrafo de mi novela Cuando todo cobra sentido. Lucía es compañera de trabajo de Manuela, la protagonista del libro.

Aprecio a Lucía, y por ello he decidido preguntarle cómo está, dispuesta a escucharla sin juzgar, haciéndola sentir que no está sola, que tiene una amiga con quien puede contar, creyéndola, aunque lo que me cuente me suene a ciencia ficción. Ella me miente. Ella ha evadido mis preguntas, estoy segura de que siente vergüenza y miedo. Si es una mujer maltratada, no existe solo miedo al maltratador, también a los demás, al qué dirán, a no saber cómo sobrevivir cuando acabe la relación. 

―Se sobrevive, Lucía ―le he dicho desde mi voz interior―. Y tanto que se sobrevive. ―Y Lucía me ha mirado atónita”.

El maltrato y la violencia contra la mujer provocan efectos como la inseguridad y el miedo, que persisten incluso cuando acaba el maltrato.

Y es que la historia de Lucía bien podría continuar así:

Y ahora ella ya no miente y me explica su calvario. Escupe lágrimas como puños. Esas lágrimas que no derramaba en casa, junto a su maltratador, por miedo a que sus sollozos por el primer golpe, desencadenaran más porrazos que le hicieran saltar esta vez los dientes y no sólo las lágrimas. Un lagrimeo constante que le surge porque aún siente el peligro cerca, aunque él ya no esté. El miedo lo lleva dentro, casi forma parte del ADN de Lucia. Pero ver la tranquilidad de su hijo y lo bien que ahora lleva sus estudios, le acaban de confirmar que salir huyendo del verdugo fue lo mejor que pudo hacer”.

En el terrible escenario de la violencia doméstica hay dos momentos críticos y de muy difícil predicción. Uno es el que estamos cansadas de ver en los medios de comunicación: el que elige el maltratador para acabar con su víctima. El otro, afortunadamente, es el que elige la víctima para decir “¡Basta ya!”.

Y es que Lucía se armó del valor necesario para huir, el día que me explicó que su marido la venía maltratando desde hacía tiempo, años. Entre sus gimoteos entendí porque esa mañana dijo “hasta aquí”: la mano que necesitaba para teclear los pedidos en su ordenador de la oficina, se había levantado aquella mañana “dormida”. Y decidió no aguantar más. Y es que Lucía dormía cada noche con el cucharón de la sopa agarrado con fuerza, muerta del miedo, por si él, su maltratador, la atacaba de nuevo. Esa mañana, cuando Lucía despertó y quiso abrir la mano, la tenía agarrotada”.

Lucía lleva unos meses siguiendo El Método, basado en el Modelo de Interdependencia, un programa de salida y recuperación de las relaciones tóxicas, basadas en el abuso, en el maltrato. Sus uñas ya no se clavan en las palmas de las manos para apretar el miedo, ni se le agarrotan los dedos. Pero puedo decir por experiencia propia que cuando tu autoestima sale por la ventana de atrás, profundamente herida por el tiempo que llevas soportando humillaciones, la autoculpa entra por la puerta. “Yo – explica Lucia-, quería salvar nuestro matrimonio; ayudar a mi marido; era mi compromiso hacerlo”.

El miedo dura, la culpa también; pero ambas acaban marchándose y se recupera a la Lucía fuerte, trabajadora, bonita y buena madre que él, su verdugo, día tras día, le negaba ser.

¿Conoces ya El Método y su origen, el Modelo de la Interdependencia?

Si tu relación es tóxica, mira hacia tu interior

Manuela, la protagonista de mi novela “Cuando todo cobra sentido”, dice en uno de los capítulos:

Hay que asomarse de vez en cuando al interior de cada uno. A diario vamos navegando entre autobuses, trabajo, libros, correos electrónicos, peleas, malestares, banquetes y contactos varios. En un mundo ruidoso de puro quehacer, está bien encontrar la calma de vez en cuando”.

Cuando estamos inmersas en una relación tóxica, miramos poco hacia nuestro interior. Solemos estar más hacia el exterior, en un bucle de acción: a mayor dolor en el amor, más cantidad de cosas intentamos hacer para que el sufrimiento se marche y nuestra relación de pareja funcione.

Ese hacer y más hacer también forma parte de la tela de araña del compañero que nos atrapa en sus redes supuestamente amorosas: sus mensajes de “no lo estás haciendo bien”, “estás equivocada”, “no me prestas atención” son cada vez más frecuentes. 

Estas directrices que el otro nos da, nos conducen a intentar continuamente llevar a cabo acciones para contentarle a él y tú acabas por asumir que tú torpeza es la causa de que vuestra relación no funcione. 

Yo tuve una pareja que con frecuencia me decía “más hechos y menos palabras”: él consideraba que yo decía y no hacía ¡cuándo yo no sabía ni por dónde tirar con tanta presión que ejercía sobre mí! Me pasaba los días justificando mis acciones ante él y nada le parecía correcto o suficiente. Mi seguridad en mí misma, mi autoestima, estaba cada vez más dañada.

Cuando estamos inmersas en ese bucle de acción, hay que parar y mirar al interior. En el hacer continuo para que la relación funcione, estamos entrando en una dimensión sobre la que ya no tenemos ningún control: los pensamientos propios están en total desacuerdo con la realidad.

En mi caso por ejemplo, cuanto más frecuentemente él me decía “más hechos y menos palabras”, mayor era mi descontrol y mi mente estaba menos clara. Siempre he sido una mujer comprometida y responsable en las cosas que tengo o deseo hacer: no tiendo a procrastinar.

En cambio en mi relación de pareja, la persona a la cual amaba, me decía constantemente que lo mío era “charlatanería” ¡cuando la realidad era me estaba dejando la piel para que fuéramos una pareja feliz! Necesité parar, buscar ayuda (bendito mi amigo Jordi y su rol de terapeuta), mirar hacia el interior y poco a poco tomar conciencia de la historia en la que estaba inmersa: una relación tóxica y de dependencia emocional.