Gestión de las emociones en los adolescentes

Son muchos los adolescentes y jóvenes que acuden a sesiones de psicoterapia por problemas en la gestión de sus emociones. En muchas ocasiones los papás nos explican a nuestra consulta de Psicología Experta que ven a su hija triste, que tiene problemas de ansiedad, o incluso que sufre «ataques». Si hablamos con la adolescente-joven directamente, es frecuente que nos cuenten un poco a medias y a la vez que lloran -intentando sobretodo las primeras veces esconder su llanto o pidiendo perdón por sentirse así-, lo que les ocurre. O que simplemente den detalles pequeños de lo que ellas nombran «ataques». Normalmente cuesta muchísimo llegar al fondo de la cuestión o cuál es exactamente la causa (situación, pensamiento, acontecimiento) que las ha llevado hasta esa explosión emocional (normalmente hay multi-causas), emoción que sale al exterior en forma de llanto, tristeza, encierro en una misma, insultos, ahogos, ira, golpes, gritos, momentos de euforia y tristeza entre intervalos cortos de tiempo, etc.

En Psicología Experta, desde nuestro enfoque de la Terapia Breve, solemos iniciar un trabajo psicoterapéutico inicial de exploración y abordaje de la forma cómo la adolescente-joven gestiona sus emociones, descartando de entrada – a menos que se nos haga muy evidente- el análisis diagnóstico de trastornos mentales más profundos. Debo deciros que en el 75% o más de los casos el enfoque de que la persona está pasando un mal momento en la gestión de sus emociones y la confianza en encontrar los recursos personales para el abordaje y la mejora, es acertado y el problema de la joven, con una media de entre 8-10 sesiones, desaparece.

Cabe decir que las emociones negativas y/o las dificultades en la gestión de las emociones, no sólo pueden afectar al bienestar psicológico, sino que pueden favorecer la aparición de problemas de salud, como la alteración del sueño, la alimentación o ingesta, la digestión, la eliminación o evacuación, o las funciones cognitivas (dificultades de atención y concentración), entre otras.

Ahora bien, si a partir de la quinta sesión aproximadamente, no vemos un pequeño cambio en la joven, entonces solemos recomendar el explorar si, detrás de las explosiones emocionales o labilidad emocional, se esconde algún problema más físico (hormonal, de tiroides…) o problemas o trastornos más profundos (bullying, ansiedad, depresión, trastorno límite de la personalidad, bipolaridad, trastornos de alimentación como la anorexia o la bulimia, dificultades en las relaciones interpersonales, con amistades o parejas, dificultades con la sexualidad, estrés, adiciones, desmotivación con los estudios o la vida, duelos mal elaborados, entre otros).

¿Cómo abordamos en Psicología Experta, la gestión de las emociones en psicoterapia, con adolescentes-jóvenes?

  1. El primer paso es validar lo que les ocurre: ¡no es nada que no le ocurra a otras personas y te entiendo y te comprendo! Validar la emoción y acompañar la descarga emocional si esta se presenta en la sesión, es una condición imprescindible para que la persona se sienta que ese es el lugar donde la van a ayudar.
  2. Es importante ayudar a la joven a familiarizarse con sus emociones. Las pacientes tienden a decirnos que sufren ansiedad, depresión o ataques, y las acompañamos entonces a que cambien esa etiqueta diagnóstica inicial que se atribuyen por «estás pasando una etapa en que tus emociones te desbordan». Además, para comprender mejor las emociones, las animamos a que puedan prestar atención a ellas a lo largo del día. Por ejemplo, en una hoja de papel, las pedimos que hagan un registro de cómo se sienten cuando ellas sufren esos ataques o episodios de tristeza. Junto con la emoción, también les pido que escriban cuándo ocurre, qué estaba pasando exactamente (para analizar el desencadenante o patrón habitual de desencadenantes), qué piensan en ese momento, y cómo actúan, incluso dónde notan la emoción en su cuerpo.
  3. El paso siguiente es abordar los problemas físicos o sintomatología que puede que se hayan derivado de esa gestión emocional difícil. Normalmente lo trabajo a partir de la tercera sesión y nos ha de llevar (entre la tercera-cuarta sesión) al desbloqueo sintomatológico, es decir a la detección y propuestas de afrontamiento de la sintomatología asociada (por ejemplo dolores de cabeza, dificultades estomacales, problemas con el sueño…). Esta sintomatología no siempre es fácil que desaparezca, pero a través del desbloqueo-identificación, y el trabajo paralelo de la familiarización con las emociones, ya damos un primer paso importante que va a irse consolidando en las siguientes sesiones.
  4. Por último, y a partir ya de la cuarta sesión aproximadamente, trabajamos con la paciente adolescente-joven las estrategias que la pueden llevar a una más óptima gestión de las emociones, Entre las estrategias principales se encuentran la detección de las soluciones intentadas disfuncionales que, lejos de solucionar la situación, agravan el problema, el trabajo con las psico-trampas de pensamiento y/o acción, y el entrenamiento en soluciones funcionales. Entre las psico-trampas de pensamiento más habituales en adolescentes-jóvenes con dificultades de gestión emocional, están: los pensamientos automáticos o las distorsiones cognitivas, el engaño de las expectativas, «lo siento, luego existe», sobrevalorar e infravalorar y la coherencia a toda costa. Y entre las psico-trampas de acción más habituales encontramos: insistir (más de lo mismo), renunciar y rendirse, la manía del control, la evitación el aplazamiento, la ayuda que daña y defenderse de forma preventiva.

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