Incrementa tu valor con TE AYUDO A ESCRIBIR TU EBOOK

El Programa «Te ayudo a escribir tu ebook» es una propuesta psicoterapéutica-formativa-creadora de un ebook (que puedes tener también en versión papel) que te va a dotar de las herramientas para que puedas compartir tu experiencia con TU relación tóxica para que tu experiencia pueda servir de inspiración a otras personas que ahora están inmersas en relaciones tóxicas que las hacen sufrir, y no tienen la claridad suficiente como para salir de ellas y estar bien.

Es un programa que está dedicado de forma exclusiva a personas que han sufrido de relaciones tóxicas, por la empatía que puede generar en otras personas que el escritor-a entienda, por haberlo sufrido en su propia piel, lo que están sufriendo.

El programa consta de 10 sesiones, que se llevan a cabo cada 30 días (una vez al mes). Se imparte de forma online. A lo largo de las sesiones trabajaremos una parte psicoterapéutica para que adquieras las habilidades necesarias para que puedas escribir tu libro y te enviaré material de estudio y trabajo de una sesión a otra para, cuando nos veamos, puedas aclarar dudas e ir corrigiendo paulatinamente tu escritura.

El programa está pensado para que lo acabes en 10 meses si bien puedo ser flexible a finalizarlo en un plazo máximo de 14 meses si necesitas un ritmo de trabajo diferente.

A lo largo del programa vas a aprender la estructura de un libro de forma detallada, así como trabajar aspectos de tu historia personal:

  • Escoger sobre qué vas a escribir exactamente, para quién, en qué estilo…
  • Aprender la estructura que debe tener el libro según estilo escogido
  • Desarrollar los personajes si es el caso
  • Desarrollar las escenas/partes del libro según el mecano y la escaleta.
  • Escribir y que quede corregido tu libro
  • Dejar el libro listo para publicar y conocer las estrategias básicas de pubicación en amazon + marqueting del libro
  • Trabajar de forma psicoterapéutica aquellos aspectos que tu situación personal en la relación tóxica, aún estén por solucionar.

En el caso de que prefieras que yo misma te lo publique en Amazon, esto tiene un coste adicional.

El pago del programa se estudia de forma personalizada (escríbeme si estas propuestas no se adaptan a tu situación personal) y con descuentos según la opción de pago escogida. Si por la diferencia horaria entre España y el país de las participantes no son posibles las sesiones online conmigo, y sólo se accede al material del programa, y a la mentoría por whatsapp/mail para resolver dudas, profundizar en aspectos de interés, etc., el programa cuenta con un 25% de descuento adicional.

Y si necesitas sesiones extras de psicoterapia derivadas de las sesiones de trabajo planificadas: vas a tener un precio especial y muy económico para sesiones online.

¿Hablamos?

Aprende a detectar la toxicidad

Las personas tóxicas son aquellas que con sus actitudes y formas de pensar y hacer, dañan al prójimo. Yo afirmo que da exactamente igual cuál sea la causa por la que el personaje tóxico actúa como actúa. Importan las consecuencias que tales actitudes y comportamientos tienen sobre los demás.

Voy a darte un poquito de información sobre los principales motivos (aunque puede haber otros) que promueven los actos de los tóxicos, especialmente los narcisistas (por ser los que más abundan, a mi parecer) por sí la comprensión de los mismos puede ayudarte a tomar conciencia de lo dañinos que pueden ser para ti si no cortas con tal toxicidad. Estos serían algunos de los motivos:

  • Tienen un trastorno psicológico diagnosticado o no.
  • Han sufrido carencias en su infancia.
  • Están cargados de rabia y la frustración.
  • Sin incapaces de amar.
  • Tienen una gran incapacidad para sentir culpabilidad ninguna.
  • Carecen de empatía y se sienten superiores a los demás.
  • Tienen una baja autoestima.
  • Son personas envidiosas.
  • Tienen una ¡ necesidad enorme de control.
  • Son personas vacías, mediocres o malvadas.
  • S nuren de la energia positiva o del malestar del otro. Son vampiros emocionales.

A continuación comparto contigo algunas alarmas rojas para que puedes detectar si estás inmersa en una relación tóxica con otra persona:

  • Él te compara con otras personas para idealizarte o para devaluarte, incluso para dar celos.
  • Él adopta actitudes paternalistas contigo (te enseña cómo deben ser las cosas ). Tiene actitudes extremistas y pasa de querer guiarte con un “te enseño, te aconsejo, lo digo por tu bien” a desprestigiar con frases como “no sabes hacer nada” o “pasas tu vida por encima de la vida de los demás”.
  • Él tiene cambios de humor frecuentes. 
  • La manera que él se dirige a ti, es cada vez más imperativa.
  • Frecuentemente tú y sólo tú eres la culpable, a los ojos de él,  de los problemas.
  • Él tiene un comportamiento inmaduro, infantil e incluso a veces, inmoral. En ocasiones él actúa como una persona caprichosa.
  • Él te habla con prepotencia, altivez y/o desprecio.
  • A ti te da miedo explicar determinadas cosas por temor a su reacción, incluso por si se pone agresivo.
  • Él aplica contigo el chantaje emocional, para conseguir sus objetivos: “si no haces esto, yo haré esto otro”..
  • Él sobrepasa tus límites (con acciones como aparecer en lugares de tu vida privada, llamadas a cualquier hora, múltiples correos electrónicos a horas poco adecuadas, traspasa tu intimidad, ocupa tus espacios/tiempos, te habla demasiado cerca…) y te sientes que cedes o te justificas para no tener problemas con él. Cuando pones límites, se enfada, te chilla y/o te insulta. 
  • Tú racionalizas y normalizas su maltrato: buscas argumentos, cosas que hayan podido pasar y justifiquen la actitud de él, buscas explicaciones a sus acciones…
  • Tú te aferras a  la creencia de que va a cambiar,
  • Tú experimentas sensaciones negativas, malestar físico, cansancio, estrés, tienes peleas repentinas con terceros, sientes que rindes mal en tu trabajo, sufres de apatía e indecisión, comes mal o has experimentado cambios en tus patrones de sueño. Incluso puede que hayas desarrollado algún tipo de adicción (pastillas, alcohol…). Te sientes débil, incapaz, culpable y/o inferior a él.

¿Hablamos?

Violencia Vicaria. Señales de alarma para detectarla y actuar

Extracto de mi artículo publicado en Mundopsicologos

La violencia vicaria es una estrategia de violencia por substitución y es la forma más cruel de violencia de género, pues la pareja o el/la ex tóxico/a ataca a los hijos/as en común con el fin de infligir dolor a su pareja o ex pareja y/o usa a los hijos/as en común para causar daño al otro progenitor. El ánimo de atacar a la ex pareja pasa por encima de cualquier estima que el personaje tóxico pueda tener sobre los hijos/as.

La forma más cruel, y que constituye la punta del iceberg ,es el asesinato cruel de los hijos/as, pues así sabe el tóxico/a que de esta forma la pareja o ex pareja nunca va a superar tal dolor. Ahora bien, hay otras formas de violencia vicaria que puede ejercer la persona tóxica que constituyen así mismo un daño enorme en los hijos y en el otro progenitor, tales como:

  • Manipular a los hijos para que se pongan en contra del otro progenitor e incluso le insulten, le agredan…
  • Utilizar a los hijos o los temas de éstos, para hacer daño al otro progenitor.Coaccionar, chantajear y manipular a los hijos para que se pongan en contra del otro progenitor.
  • Amenazar con matar a los hijos,Hacer daño emocional a la ex pareja: «te voy a dar lo que te mereces», «voy a darte donde más te duele» , «no los vas a ver más» o frases parecidas.Interrumpir los tratamientos médicos de los hijos/as cuando están con la persona tóxica con el fin de hacer sufrir al otro progenitor.
  • Usar los momentos de recogida y retorno del régimen de visitas de los hijos/as en común para insultar al otro progenitor.
  • Manipular situaciones con el fin de acusar al otro progenitor de conductas judicialmente castigables como no querer entregar a los hijos/as
  • Amenazar al otro progenitor, asustarle o humillarle.
  • Hablar mal del otro progenitor o de sus allegados, en presencia de los hijos/as en común.

Si detectas signos de violencia vicaria en tu hijo/a es importante advertirlo a las autoridades responsables, además de que es muy recomendable acudir a un profesional de la psicología especializada en este tipo de casos.

Puedes leer el artículo completo en:

https://www.mundopsicologos.com/articulos/que-es-la-violencia-vicaria-10-signos-para-detectarla-y-como-actuar

Mi Perfil en Mundopsicológos.

¿Estás sufriendo de ansiedad? Ideas útiles para vencerla

En primer lugar me gustaría decirte que la ansiedad es un mecanismo defensivo; es un sistema de alerta que «activa» a la persona ante situaciones consideradas «amenazantes». Es universal porque se da en todas las personas, y es normal, adaptativo y anticipatorio y tiene que ver con la capacidad de respuesta. Ahora bien, la ansiedad se convierte en un trastorno de ansiedad cuando esta reacción defensiva se pone en marcha en situaciones que habitualmente no son amenazantes ni peligrosas, o se activa de manera recurrente y/o persistente, hasta el extremo de interferir de forma importante en la vida diaria.

La ansiedad como trastorno psicológico se caracteriza, a grandes rasgos, por tener sentimientos de miedo, temor e inquietud y que puede llevar a que la persona tenga síntomas físicos como sudar, sentirse inquieta o tensa, y tenga palpitaciones o sensación de ahogo. Con el propósito de prevenir estos síntomas y sentimientos (que pueden aparecer en la infancia o adolescencia y continuar en la edad adulta), la persona puede ser que evite ciertos lugares o situaciones.

El trastorno de ansiedad puede ser de diferentes tipos, pudiendo la persona sufrir de uno o varios a la vez. Voy a mostrarte ahora los tipos de ansiedad más habituales.

El trastorno de ansiedad por separación: miedo o ansiedad intensos y persisten ante la situación de tener que separarse de una persona con la que tiene un vínculo estrecho. Los principales síntomas son rechazo a quedarse solo en casa o desplazarse a otros lugares (escuela, trabajo, etc.), preocupación, malestar psicológico subjetivo, presencia de pesadillas o síntomas físicos ante la separación o la anticipación de tener que separarse, entre otras.

El trastorno de ansiedad social se caracteriza por el miedo o ansiedad intensa aparece en relación a una o más situaciones sociales en las que la persona queda expuesta a los demás y su posible juicio. La persona siente miedo a mostrarse o ser juzgada de una determinada manera y eso le genera síntomas propios de la ansiedad.

El trastorno de ansiedad generalizada es una forma de ansiedad y preocupación persistentes, excesivas y que la persona no puede controlar, sobre diversos acontecimientos vitales y con presencia de sintomatología fisiológica. La persona puede sentirse inquieta, nerviosa o fatigarse fácilmente, y puede tener dificultades para concentrarse, irritabilidad, tensión muscular o dificultad para dormir. 

El trastorno de pánico se caracteriza porque la persona queda invadida por sentimientos repentinos de terror aun cuando no hay ningún peligro real. Los síntomas pueden ser variados pero muy invalidantes para la persona que los sufre: dolor de pecho o estómago, dificultad para respirar, temblores o espasmos, sudor, mareos, escalofríos, temblor de manos…., incluso la sensación de que se va a morir de repente.

La ansiedad debida a otra enfermedad médica se caracteriza sobre todo por la manifestación de crisis de angustia o ansiedad, con evidencias de que ello es la consecuencia pato-fisiológica directa de una condición médica particular. Mención especial cabe darle al tema de las fobias, que generan ansiedad. En la fobia a hablar en público o en la fobia a animales, la persona habitualmente siente ansiedad cuando se expone por ejemplo a tener que hablar en una reunión de trabajo o cuando se le acerca un animal al que teme, respectivamente.

Hay muchas situaciones vitales que pueden generar ansiedad a la persona: una pérdida de un familiar o del trabajo, un cambio importante en la vida de la persona, una relación tóxica, una discusión con alguien querido, una quiebra económica, un problema social, entre otras. La ansiedad también afecta a la autoestima de la persona, pues la persona que la sufre, al sentir que no puede hacer algo porque le genera sintomatología ansiosa, fácilmente siente que no es válida.

¿Qué puedes hacer si sientes ansiedad? ¿Cómo tratarla?

Hay algunas acciones que pueden ayudarte a superar la ansiedad: por ejemplo hacer ejercicio, hacer unas sencillas respiraciones, evadir la mente, tomar una ducha, hacer alguna actividad que te resulte placentera (leer un libro, regar una planta, tomar un pequeño tentempié…). Cuando la ansiedad no se calma con estas acciones o similares, es importante que busques ayuda en Psicología Experta lo antes posible, pues la ansiedad puede afectar de forma importante a tu vida. La terapia breve puede ayudarte: buscaremos averiguar cómo funciona el problema de la ansiedad en ti y analizamos las soluciones lógicas que has puesto en práctica, y que contribuyen todavía más a la perduración de tu ansiedad. Asimismo, te aportamos soluciones diferentes que te daremos en forma de tareas, y conseguiremos así tu desbloqueo.

Aunque si tu ansiedad te está afectando de forma importante a tu vida, mi recomendación es que te pongas en contacto con Psicología Experta lo antes posible, te avanzo algunos libros que pueden ayudarte a obtener un poco más de luz sobre la ansiedad y sus causas.

«Miedo, pánico, fobias: la terapia breve», Editorial Herder 2009, Nardone. 

«No hay noche que no vea el día: la terapia breve para los ataques de pánico», Herder 2012, Nardone.

Y para acabar este artículo, decirte lo siguiente: «La ansiedad es la mente yendo más deprisa que la vida».

¿Hablamos? Recuerda que ofrezco sesiones de psicoterapia presencial o online. La primera sesión es gratuita.

¿Qué es una Relación Tóxica? Señales que te permiten detectarla

Una relación tóxica es aquella donde alguna/s o todas partes implicadas son incapaces, por alguna razón, de impedir hacerse daño. Puede tratarse de una relación de pareja o ex-pareja, pero también de amistad, de trabajo, incluso de una relación familiar. 

Las características principales de las relaciones tóxicas son:

  • No existe un trato de igual a igual: por ejemplo, una de las partes se aprovecha de la otra, o sólo alguna de las partes obtiene beneficios de la relación.
  • Existe un desequilibrio o desigualdad entre las partes en relación: por ejemplo, una de las partes desea tener el poder y el control completo de la relación.
  • Son relaciones que hacen sufrir a alguno/s de sus miembro/s: por ejemplo, generan sentimientos de culpa, victimismo…
  • Son relaciones difícil de abandonar, donde se dan dinámicas de «dar un último intento«, «una última conversación» y/o generan dependencia emocional (enganche, adición…).
  • En su gran mayoría se caracterizan por ser como una montaña rusa emocional: son relaciones con muchos cambios emocionales (se pasa de estar feliz y en plenitud con el otro miembro de la relación, a estar triste o enfadado, fácilmente).
  • Son relaciones en las que alguno de los miembros se siente que no puede ser él mismo/a, y/o que el otro/s debe cambiar para que la relación funcione.

¿Por qué decimos que una persona, dentro de la relación de pareja o como ex-pareja, es tóxica?

Porque reúne la gran mayoría de las siguientes características y nos hacen activar alarmas rojas:

  • Potencia tus debilidades y no sabe valorar tus fortalezas.
  • Tiene una habilidad especial para arruinar tu estado de ánimo, tu día a día.
  • Es deprimente, desagradable, irritante y molesto.
  • Te hace sentir mal sólo por estar cerca de él/ella. Con el paso del tiempo acabas por sentirte emocionalmente agotado/a, incluso físicamente enfermo/a.
  • Te llena de cargas, de críticas poco o nada constructivas, de energía negativa y de problemas y frustraciones.
  • Se mete en todo lo ajeno y no es capaz de ver la viga en el propio ojo.
  • Busca argumentos y razones oscuras que avalen su proceder; te llena de injurias, calumnias y conflictos.
  • En su forma de actuar, invade, controla, envenena, y te asfixia.
  • En bastantes ocasiones, se aprovecha de ti y busca la complacencia.
  • Se queja de la mayoría de las cosas y suele mostrarse como víctima y/o quejoso/a. Le gusta dramatizar y propagar rumores. Te culpa de las situaciones y casi nunca se responsabiliza.
  • Es un ser habitualmente controlador e intenta imponer siempre sus normas, límites y criterio.
  • Suele ser ofensivo, sarcástico y puede ejercerte presión o poder a través de gritos y malos tratos. Por ejemplo, cuanto tú más supliques o llores, más se va a recrear en tu dolor: la persona tóxica, para sentirse superior, es adicta a hacer daño.
  • Muchas veces engaña y/o manipula, incluso recurre a infundir miedo, para conseguir sus objetivos. Puede chantajear y/o, incluso, agredirte verbal y/o físicamente con tal de salirse con la suya. 

¿Por qué es importante cortar con una relación tóxica?

Las consecuencias o efectos de la relación tóxica pueden ser muy variadas. La reacción más inmediata a la toxicidad es la aparición de emociones como la confusión, la perplejidad, el miedo, el enfado o la ira, la negación, la tristeza,  el nerviosismo y/o la desesperanza. Las relaciones tóxicas, a medio y largo plazo, pueden tener un impacto directo en la salud mental de la persona que las sufre, generar síntomas de ansiedad y depresión, trastornos alimentarios, trastornos del sueño e, incluso, provocar comportamientos auto-lesivos. A todo esto hay que sumar que las relaciones tóxicas tienen un impacto muy negativo en la autoestima y en la confianza de la persona que la sufre, de construir vínculos sanos en el futuro.

Re recomiendo algunos libros que te pueden ayudar a tomar consciencia sobre las relaciones tóxicas:

  • «Gente tóxica«, de Berdardo Stamateas.
  • «Personas tóxicas«, de Silvia Congost.
  • «Más gente tóxica«, de Berdardo Stamateas.
  • «La familia: de relaciones tóxicas a relaciones sanas«, de Laura Rojas-Marcos.
  • «Relaciones tóxicas», de Hope Utara.
  • «Amor Zero«, de Iñaki Piñuel.
  • «Familia Zero«, de Iñaki Piñuel.
  • «Amores altamente peligrosos«, de Walter Riso

Me gustaría también compartir contigo esta frase e invitarte a reflexionarla:

«Al igual que el arsénico, las personas tóxicas te matarán lentamente. Matan tu espíritu positivo y juegan con tu mente y emociones. La única cura es dejarlos ir«, (Dennisse Lisseth).

ATENCIÓN. Es importante que busques ayuda psicoterapéutica si estás sufriendo en una relación. Con un acompañamiento adecuado podrás tomar consciencia de si estás inmersa o no en una relación tóxica, ta darás cuenta de lo que te produce ahora y de lo que te puede llegar a provocar a largo plazo.

¿Hablamos?

La Dependencia Emocional. Signos alarmantes para que la detectes en ti

La dependencia emocional es un patrón relacional que ocurre normalmente en las relaciones de pareja y que se caracteriza por un apego insano y casi obsesivo (o sin el casi) hacia la otra persona, ante el miedo a que la relación se acabe y produzca dolor en nosotras. Tienes dependencia emocional si eres incapaz de cortar una relación insana donde la única opción posible es esa: finiquitar la relación. Y eres incapaz de acabar con ella porque sufres un enganche, una adición a la relación.

Los principales síntomas que apuntan a que sufres de dependencia emocional son: inseguridad, sentimiento constante de vacío, baja autoestima, presencia de creencias infundadas, miedo a perder a la persona y/o ideas irracionales, estar dispuesta a hacer cualquier cosa para que esa relación funcione,  o pensamientos recurrentes y obsesivos en torno a una determinada persona. También puede aparecer con tiempo sintomatología psicosomática: ansiedad, nerviosismo, tristeza, depresión, problemas para dormir, dificultades con la alimentación, baja autoestima…

He visto casos que bien podrían considerarse propios de la dependencia emocional (e incluso de co-dependencia) en la relación con una ex-pareja tóxica. El enganche que tuvisteis durante la relación y la dependencia generada, sobre todo en parejas cargadas de toxicidad o abuso,  no deja ver a la otra persona tal y como es en realidad. Viste cualidades de pareja dónde no las había y ahora quieres vivir con la esperanza de que la relación no está del todo perdida, aferrándote con ello a idealizar e incluso excusar defectos parentales en la otra persona sólo porque no está superada la ruptura ni hay capacidad de ver la realidad. La ilusión de que es un buen padre aunque fuera una pareja tóxica para nosotras es como el árbol que no deja ver el bosque.

Como puedes deducir, la dependencia emocional es un enganche cargado de alta toxicidad, altamente nocivo y, aún siendo el padre de tus hijos, lo mejor para sanarnos es el contacto cero. Cuando ha habido maltrato o abuso, lo más probable es que el ex tóxico intente llevarnos de nuevo a dónde él desea, y eso alimentará sin duda la dependencia de nuevo. Lo mismo ocurre si, por ser el padre de tus hijos, deseas tener una relación de “buen rollo” con este ser cargado de toxicidad, siendo esta situación terreno abonado para volver al enganche con la persona con la que tanto nos ha costado cortar la relación. El contacto cero, al menos durante un tiempo más o menos largo, es lo que te va a permitir darte cuenta de la situación tóxica y de si sufres de dependencia emocional respecto a tu ex.

Voy a recomendarte algunos libros que te van a aportar claridad sobre la dependencia emocional:

  • «Cuando amar demasiado es depender«, de Silvia Congost.
  • «Desapegarse sin anestesia«, de Walter Riso.
  • «Las mujeres que aman demasiado«, de Robin Norwood.
  • «Amar o depender», de Walter Riso.
  • «Si duele, no es amor», de Silvia Congost.
  • «Amor Zero«, de Iñaki Piñuel.
  • «La superación de la dependencia emocional», de Jorge Castelló.
  • «Dejar ir«, de David Hawkins.
  • «Querer no es poder. Cómo comprender y superar las adiciones!, de Arnold M. Washton, Donna Boundy. Gloria Vitale (traducción).

Salir de la dependencia emocional no es fácil y te recomiendo que busques ayuda psicoterapéutica. ¿Hablamos?

«Si no aprendemos a soltar, si no dejamos ir, si el apego puede más que nosotros y nos quedamos ahí atados, pegados a esos sueños, fantasías e ilusiones, el dolor crecerá sin parar y nuestra tristeza será la compañera de ruta«, (Jorge Bucay).

Conviértete en Embajadora y ayuda a otras mujeres

El Programa «Hazte Embajadora» es una propuesta psicoterapéutica-formativa que te va a dotar de las herramientas necesarias de mi Método de trabajo para que puedas convertirte en acompañante de otras personas que ahora están inmersas en relaciones tóxicas que las hacen sufrir, y no tienen la claridad suficiente como para salir de ellas y estar bien.

Es un programa que está dedicado de forma exclusiva a personas que han sufrido relaciones tóxicas, maltrato, dependencia emocional o dificultades psico-emocionales y con su autoestima, derivado de situaciones de toxicidad. ¿Por qué en exclusiva a estas personas? Porque, ¿quién mejor que alguien que ha sufrido el abuso en su propia piel, va a poder ayudar a otras personas que ahora están pasando por ello?

Este programa te va a venir muy bien para poder acabar de cerrar los temas pendientes en ti misma sobre tu relación tóxica del pasado, y formarte ara poder mentorizar o acompañar a personas que necesitan darse cuenta de que están en una relación tóxica, sufren de dependencia emocional o tienen otros malestares, y acompañarlas a salir de ahí.

Formar parte del programa te va a dar luego acceso a trabajar juntas y tener a tus propias pacientes. ¿Quién mejor que tú para ayudarlas en alguna parte de su proceso, que has sufrido está situación de la toxicidad en tu propia piel?

El programa consta de 12 sesiones, que se llevan a cabo cada 15 días. Se imparte de forma presencial en mi despacho de Sabadell o de Barcelona, o bien online. A lo largo de las sesiones trabajaremos una parte psicoterapéutica para que adquieras las habilidades necesarias para ser mentora/acompañante (embajadora de mi método) y te enviaré material de estudio y trabajo de una sesión a otra para, cuando nos veamos, puedas aclarar dudas. El programa está pensado para que lo acabes en 24 semanas (o sea, unos 4 meses) si bien puedo ser flexible a finalizarlo en un plazo máximo de 6 meses si necesitas un ritmo de estudio diferente. Si quieres hacerlo en menos semanas (a una sesión por semana) también es posible, pero vas a tener que tener tiempo libre suficiente para ello. El pago del programa se estudia de forma personalizada y con descuentos según el paquete escogido y tu situación personal.

El temario del programa incluye aspectos como: tipos de relaciones tóxicas y cómo nos enganchamos a ellas; apego y trauma; la dependencia emocional y la autoestima; cómo ayudar a la persona a despertar de la relación tóxica; uso de herramientas de ayuda a la persona que está inmersa en una situación de dependencia emocional o una relación tóxica; las secuelas de la relación tóxica y cómo superarlas; herramientas de crecimiento personal y profesional para la embajadora/acompañante de mi método; entre otras.

Además, es un programa totalmente personalizado y no una formación general para todos los públicos. Es decir, que no vas a aprender un temario y ya está, si no que vas adquirir las herramientas necesarias para acompañar a personas inmersas en relaciones tóxicas, dependencia emocional y dificultades de autoestima des de tu propia experiencia personal, tu propia forma de trabajar y ajustando las herramientas que a mi me sirven, a tu estilo.

Eso sí, vas a tener que estudiar un montón durante el programa, aunque vas a estar acompañada por mi vía whatsapp, siempre que lo necesites más allá de las sesiones.

¿Qué esperas para apuntarte?

No es amor si sufres

El amor es una de las drogas más extenuantes que pueden existir. Al estar enamorados liberamos serotonina, dopamina y oxitocina. A causa de ellas nos sentimos llenos de emoción, excitados, repletos de energía y con mayores dosis de positivismo. 

Sin embargo, cabe decir que nuestra dignidad nunca debe pasar por delante de esas emociones y mucho menos nunca es “a pesar” del amor. Por más que estamos enamorados de una persona, nunca debemos estar dispuestos a rogar ni reclamar. Nunca nadie nos puede hacer sentir que nosotras o nuestra manera de ver la vida, no valemos, que somos insignificantes ni poco importantes.

 En ocasiones rogamos a la pareja por la ansiedad que nos produce separarnos de esa persona tan especial o porque nuestro cuerpo está pidiendo a gritos esos químicos/emociones que nos produce la relación. Necesitamos de ella o de él para producir la adrenalina y sentir el bienestar o el ”subidón” que nos provoca esa relación, pero en realidad eso no es amor sano, sino dependencia emocional. Las personas que sufren de dependencia emocional (no-amor) sienten una necesidad insaciable de estar con la otra persona y son totalmente incapaces de cortar los vínculos que la unen al otro.

En un trabajo terapéutico para saber si es amor o dependencia emocional, investigaremos, a través de El Método, si los valores que tu esperas o destacas en las personas, – que muchas veces coinciden con tus propios valores vitales-, son acordes con los que tiene esa pareja que crees amar. Pongamos por ejemplo que en ese trabajo igual te das cuenta que los valores importantes en tu vida son la amistad o el apoyo. Ahora pregúntate: ¿ves realmente a tu pareja como un verdadero amigo?, ¿confías en él igual que lo haces con tu mejor amigo?, ¿te apoya tu pareja en todo lo que haces?, ¿te alienta tu pareja a hacer aquello que te hace ilusión o te propones?… Prueba ahora cuestionarte sobre otros valores que pueden ser interesantes para tí, por ejemplo la sinceridad, la paciencia, la humildad, la empatía, la franqueza, la honestidad o la dulzura, entre otros. 

El Método de Atención Basado en la Interdependencia y sus pilares me surgió como una metodología adecuada para la mejora de las relaciones interpersonales en los contextos residenciales de atención a la dependencia. Hoy en día se ha convertido para mí en una forma de mejora de las relaciones interpersonales en su conjunto y para ayudarte en las relaciones tóxicas en particular.

Dicho esto, ahora soy yo la que te pregunto:  ¿de verdad estás dispuesta a continuar con una persona que no tiene nada que ver con los valores que son importantes para ti? ¿De verdad estás dispuesta a ir destruyendo tu amor propio reclamando cosas ante quién no valora las mismas cosas en la vida que tú? Y por último, ¿de verdad estás dispuesta a continuar dañando tu autoestima humillándote ante quién no te quiere de la misma manera que tú le quieres?

Contesta con detalle a las preguntas anteriores: sí o no, y por qué. Y plantéate ahora si es amor o no-amor.

¿Te sientes mal en la relación con tu ex pareja?

Destacado

Existe un viejo refrán que dice que el tiempo cura todas las heridas y eso es cierto hasta cierto punto: no es el tiempo sino el momento en que tu digas ¡basta!

La dependencia emocional que genera una relación tóxica se supera.Y las heridas que deja esa relación de dependencia en ti, también se superan. Hay dependencia emocional cuando la persona se siente incapaz de cortar la relación de pareja aunque ésta la está dañando. La dependencia emocional actúa bajo el mismo mecanismo que cualquier otra adicción. El adicto al alcohol nunca volverá a pisar un bar para no recaer en su adicción. Las dependientes emocionales también son adictas: a una persona tóxica, en este caso la pareja.

A diferencia de otras adicciones, la dependencia emocional se puede trascender: se deja de ser dependiente emocional cuando se aplica el Contacto Cero y poco a poco una se va recuperando a sí misma. La fortuna es que, a diferencia del alcohol o las drogas, la dependencia emocional se supera con posibilidad de tener después otras relaciones de pareja sanas (atención: con otras personas) y salir reforzada en autoestima si uno se pone manos a la obra.

Ahora bien, no todas las heridas quedan sanadas con el tiempo: pueden reabrirse con facilidad si no tienes activada una alerta roja. Y esto es más cierto que nunca en los casos en que tu ex-pareja tóxica debe seguir “formando parte de tu vida” porque tenéis hijos en común o otros puentes de conexión. Aún se rompe la relación, el verdugo sigue necesitando sus vitaminas, y esto es así aunque tenga una nueva relación o se olvide temporalmente de tí. Siempre vuelve a intentar dañar pues su ego necesita de eso, de atacar al otro para sobrevivir y en esa tesitura es fácil, si no estás en alerta roja, que tu ex tóxico intente, quiera e incluso pueda, volver a dañarte.

Con tan sólo una llamada preguntando por los hijos o un correo electrónico pidiéndote información médica sobre ellos, tu ex pareja tóxica puede destruir efectivamente en diez minutos, toda tu armonía y la confianza que tantas semanas o meses te ha costado a ti construir. Aunque hayan pasado años de vuestra separación, él se cree con el derecho de entrar en tu vida cuando quiere, intentar embaucarte con alguna información supuestamente inocente (“mira que he visto que la niña parece que necesita gafas” o “me da la impresión que al niño ya no le gusta el futbol”) y a través de su ingeniería perfecta, paranoica y perversa, cogerá cada una de tus palabras para manipularte, hacerte sentir mala madre y observar atentamente cómo vuelves a caer en desgracia. Al final, después de un ataque que puede durar unos días (no se cansa fácilmente  de enviar mensajes o mails pues necesita siempre tener la última palabra y cuestionar tu cordura), desaparece nuevamente sin más, pues ya tiene la vitamina que necesita y tú debes recoger de nuevo tus pedazos. Y hasta la próxima: porque siempre, siempre, siempre, hay próxima.

Las siguientes veces ya no serán posibles y las heridas entonces se curaran definitivamente, cuando digas ¡basta! y sigas este consejo: la próxima vez que te llame, te escriba o tenga un mensaje para tí, confía en tu instinto. Si tienes un mal presentimiento de que con una simple llamada o palabra de él vas a volver a salir herida, no intentes apartar lo mal que te huele el tema. Nunca subestimes el alcance de la traición de tu ex pareja tóxica: los malos presentimientos sobre las intenciones que tiene, siempre se confirman.

Este es el último paso para tu libertad: tener siempre activa, contra tu ex pareja tóxica, la alerta roja. Da igual que sea el padre de tus hijos, que haya rehecho su vida, que hayan pasado años y que se muestre como un “Papá 10”. Una vez le identificaste y le reconociste como persona tóxica y ya te has dado cuenta de que nunca vas a ganar nada interactuando con él. La única posibilidad de que tu viaje sea diferente y sanar las heridas de verdad, es huir de cualquier encuentro psicopático con esa persona que siempre será tóxica para ti.

El maltrato contra las mujeres

Este es un párrafo de mi novela Cuando todo cobra sentido. Lucía es compañera de trabajo de Manuela, la protagonista del libro.

Aprecio a Lucía, y por ello he decidido preguntarle cómo está, dispuesta a escucharla sin juzgar, haciéndola sentir que no está sola, que tiene una amiga con quien puede contar, creyéndola, aunque lo que me cuente me suene a ciencia ficción. Ella me miente. Ella ha evadido mis preguntas, estoy segura de que siente vergüenza y miedo. Si es una mujer maltratada, no existe solo miedo al maltratador, también a los demás, al qué dirán, a no saber cómo sobrevivir cuando acabe la relación. 

―Se sobrevive, Lucía ―le he dicho desde mi voz interior―. Y tanto que se sobrevive. ―Y Lucía me ha mirado atónita”.

El maltrato y la violencia contra la mujer provocan efectos como la inseguridad y el miedo, que persisten incluso cuando acaba el maltrato.

Y es que la historia de Lucía bien podría continuar así:

Y ahora ella ya no miente y me explica su calvario. Escupe lágrimas como puños. Esas lágrimas que no derramaba en casa, junto a su maltratador, por miedo a que sus sollozos por el primer golpe, desencadenaran más porrazos que le hicieran saltar esta vez los dientes y no sólo las lágrimas. Un lagrimeo constante que le surge porque aún siente el peligro cerca, aunque él ya no esté. El miedo lo lleva dentro, casi forma parte del ADN de Lucia. Pero ver la tranquilidad de su hijo y lo bien que ahora lleva sus estudios, le acaban de confirmar que salir huyendo del verdugo fue lo mejor que pudo hacer”.

En el terrible escenario de la violencia doméstica hay dos momentos críticos y de muy difícil predicción. Uno es el que estamos cansadas de ver en los medios de comunicación: el que elige el maltratador para acabar con su víctima. El otro, afortunadamente, es el que elige la víctima para decir “¡Basta ya!”.

Y es que Lucía se armó del valor necesario para huir, el día que me explicó que su marido la venía maltratando desde hacía tiempo, años. Entre sus gimoteos entendí porque esa mañana dijo “hasta aquí”: la mano que necesitaba para teclear los pedidos en su ordenador de la oficina, se había levantado aquella mañana “dormida”. Y decidió no aguantar más. Y es que Lucía dormía cada noche con el cucharón de la sopa agarrado con fuerza, muerta del miedo, por si él, su maltratador, la atacaba de nuevo. Esa mañana, cuando Lucía despertó y quiso abrir la mano, la tenía agarrotada”.

Lucía lleva unos meses siguiendo El Método, basado en el Modelo de Interdependencia, un programa de salida y recuperación de las relaciones tóxicas, basadas en el abuso, en el maltrato. Sus uñas ya no se clavan en las palmas de las manos para apretar el miedo, ni se le agarrotan los dedos. Pero puedo decir por experiencia propia que cuando tu autoestima sale por la ventana de atrás, profundamente herida por el tiempo que llevas soportando humillaciones, la autoculpa entra por la puerta. “Yo – explica Lucia-, quería salvar nuestro matrimonio; ayudar a mi marido; era mi compromiso hacerlo”.

El miedo dura, la culpa también; pero ambas acaban marchándose y se recupera a la Lucía fuerte, trabajadora, bonita y buena madre que él, su verdugo, día tras día, le negaba ser.

¿Conoces ya El Método y su origen, el Modelo de la Interdependencia?