Incrementa tu valor con TE AYUDO A ESCRIBIR TU EBOOK

El Programa «Te ayudo a escribir tu ebook» es una propuesta psicoterapéutica-formativa-creadora de un ebook (que puedes tener también en versión papel) que te va a dotar de las herramientas para que puedas compartir tu experiencia con TU relación tóxica para que tu experiencia pueda servir de inspiración a otras personas que ahora están inmersas en relaciones tóxicas que las hacen sufrir, y no tienen la claridad suficiente como para salir de ellas y estar bien.

Es un programa que está dedicado de forma exclusiva a personas que han sufrido de relaciones tóxicas, por la empatía que puede generar en otras personas que el escritor-a entienda, por haberlo sufrido en su propia piel, lo que están sufriendo.

El programa consta de 10 sesiones, que se llevan a cabo cada 30 días (una vez al mes). Se imparte de forma online. A lo largo de las sesiones trabajaremos una parte psicoterapéutica para que adquieras las habilidades necesarias para que puedas escribir tu libro y te enviaré material de estudio y trabajo de una sesión a otra para, cuando nos veamos, puedas aclarar dudas e ir corrigiendo paulatinamente tu escritura.

El programa está pensado para que lo acabes en 10 meses si bien puedo ser flexible a finalizarlo en un plazo máximo de 14 meses si necesitas un ritmo de trabajo diferente.

A lo largo del programa vas a aprender la estructura de un libro de forma detallada, así como trabajar aspectos de tu historia personal:

  • Escoger sobre qué vas a escribir exactamente, para quién, en qué estilo…
  • Aprender la estructura que debe tener el libro según estilo escogido
  • Desarrollar los personajes si es el caso
  • Desarrollar las escenas/partes del libro según el mecano y la escaleta.
  • Escribir y que quede corregido tu libro
  • Dejar el libro listo para publicar y conocer las estrategias básicas de pubicación en amazon + marqueting del libro
  • Trabajar de forma psicoterapéutica aquellos aspectos que tu situación personal en la relación tóxica, aún estén por solucionar.

En el caso de que prefieras que yo misma te lo publique en Amazon, esto tiene un coste adicional.

El pago del programa se estudia de forma personalizada (escríbeme si estas propuestas no se adaptan a tu situación personal) y con descuentos según la opción de pago escogida. Si por la diferencia horaria entre España y el país de las participantes no son posibles las sesiones online conmigo, y sólo se accede al material del programa, y a la mentoría por whatsapp/mail para resolver dudas, profundizar en aspectos de interés, etc., el programa cuenta con un 25% de descuento adicional.

Y si necesitas sesiones extras de psicoterapia derivadas de las sesiones de trabajo planificadas: vas a tener un precio especial y muy económico para sesiones online.

¿Hablamos?

Aprende sobre distinciones: ACEPTAR o RESIGNARSE

Las distinciones son una herramienta de trabajo muy potente en los procesos de psicoterapia y de coaching. Y es que el lenguaje nos permite, entre otras cosas, dar significado a las cosas. Los psicólogos, psicoterapeutas y coachs buscamos que la persona adquiera la habilidad de ver las cosas de una nueva manera,, y encontrar nuevas opciones y soluciones a las diferentes situaciones, y para ello es importante conocer las distinciones del lenguaje.

Una de las distinciones con las que a mi más gusta trabajar es la diferenciación entre ACEPTAR y RESIGNARSE. Por ejemplo, cuando trabajo con mujeres que han estado inmersas en relaciones tóxicas y basadas en el maltrato y abuso, muchas de ellas se preguntan porqué no supieron detectarlo a tiempo, y otras se resignan a que el resto de su vida, aunque el maltratador ya esté lejos de ellas, esté marcado por la situación de abuso que vivieron. La resignación te lleva a quedarte en un rol de víctima de una situación, a instalarte en la postura de no hacer nada y por tanto a ver pasar la vida con la carga que conlleva haber pasado por una situación desagradable como es el maltrato o la relación tóxica, la dependencia emocional, el abuso…. En cambio la aceptación nos lleva a superarnos, a ver los aprendizajes que, aún las circunstancias, hemos tenido de la situación, a cambiar y a ponernos en marcha para conseguir nuevos objetivos. En la aceptación entendemos que la realidad que nos ha tocado vivir es así y que partir de ahí, podemos poner todas nuestras fuerzas en construir y modificar aquello que queremos, poner nuestros aprendizajes a disposición de otras personas para ayudarlas en lo que nosotras vivimos en el pasado,…

Ante esto debo decirte que muchas de las personas a las que he acompañado para salir o superar relaciones tóxicas y de maltrato o abuso, acaban también participando de mis programas Te ayudo a escribir tu Ebook, y Hazte Embajadora, programas ambos que ayudan a que la persona ponga al servicio de otras personas la situación dolorosa que ella ha vivido en su propia piel. Quién mejor que alguien que ha pasado por una situación de maltrato va a poder ayudar a otras víctimas?

Como psicoterapeuta, una de mis misiones, es que el paciente, pase a la acción, que vea otras posibilidades, desde una amplitud mirada, y que explore fuera de su zona de confort.  Para ello las psicólogas debemos dominar las técnicas de conversación, utilizar preguntas y distinciones poderosas.

Otras distinciones interesantes en procesos de psicoterapia o coaching son:

  • Eres VÍCTIMA o RESPONSABLE de lo qué te ocurre, te ocupa y de tu vida?
  • Te OCUPAS, o te PREOCUPAS?
  • Lo que describes son HECHOS REALES (evidencias objetivas) o JUICIOS (personales)?
  • Ante una situación determinada, actúas con un claro COMPROMISO o te mueve la OBLIGACIÓN?
  • Te mueves en busca de la EXCELENCIA o te está pudiendo la EXIGENCIA?
  • Ves las cosas en concepto de ERROR o las vives realmente como un FRACASO?
  • Tu vida transcurre en modo SER o en modo HACER-TENER?
  • Entiendes que el DOLOR es inevitable pero el SUFRIMIENTO es opcional?
  • Aún a pesar de lo que tengas o te falta, vives en la ABUNDANCIA o vives en la ESCASEZ?
  • Entiendes que no es lo mismo NECESITAR que DESEAR?
  • No todo lo IMPORTANTE es URGENTE, ni todo lo URGENTE es IMPORTANTE.
  • El que exista un PROBLEMA puntualmente, no significa que exista un CONFLICTO.
  • Vives las situaciones en modo PROBLEMA, o las vives en modo RETO?
  • Ante una situación, tu acción es en modo RESPUESTA (implica control emocional o autocontrol) o REACCIÓN (implica actuar de forma impulsiva y automática).

Y ahora dime, ¿tú tienes claras estas distinciones? Piensa en las distinciones que te acabo de compartir, busca ejemplos de situaciones de tu vida donde no distinguir entre una y otra ha tenido consecuencias indeseables para ti o para terceros. Estoy segura que reflexionar sobre las distinciones te resultará muy útiles para comprender algunas de las cosas que te ocurren.

¿Hablamos?

Aprende a detectar la toxicidad

Las personas tóxicas son aquellas que con sus actitudes y formas de pensar y hacer, dañan al prójimo. Yo afirmo que da exactamente igual cuál sea la causa por la que el personaje tóxico actúa como actúa. Importan las consecuencias que tales actitudes y comportamientos tienen sobre los demás.

Voy a darte un poquito de información sobre los principales motivos (aunque puede haber otros) que promueven los actos de los tóxicos, especialmente los narcisistas (por ser los que más abundan, a mi parecer) por sí la comprensión de los mismos puede ayudarte a tomar conciencia de lo dañinos que pueden ser para ti si no cortas con tal toxicidad. Estos serían algunos de los motivos:

  • Tienen un trastorno psicológico diagnosticado o no.
  • Han sufrido carencias en su infancia.
  • Están cargados de rabia y la frustración.
  • Sin incapaces de amar.
  • Tienen una gran incapacidad para sentir culpabilidad ninguna.
  • Carecen de empatía y se sienten superiores a los demás.
  • Tienen una baja autoestima.
  • Son personas envidiosas.
  • Tienen una ¡ necesidad enorme de control.
  • Son personas vacías, mediocres o malvadas.
  • S nuren de la energia positiva o del malestar del otro. Son vampiros emocionales.

A continuación comparto contigo algunas alarmas rojas para que puedes detectar si estás inmersa en una relación tóxica con otra persona:

  • Él te compara con otras personas para idealizarte o para devaluarte, incluso para dar celos.
  • Él adopta actitudes paternalistas contigo (te enseña cómo deben ser las cosas ). Tiene actitudes extremistas y pasa de querer guiarte con un “te enseño, te aconsejo, lo digo por tu bien” a desprestigiar con frases como “no sabes hacer nada” o “pasas tu vida por encima de la vida de los demás”.
  • Él tiene cambios de humor frecuentes. 
  • La manera que él se dirige a ti, es cada vez más imperativa.
  • Frecuentemente tú y sólo tú eres la culpable, a los ojos de él,  de los problemas.
  • Él tiene un comportamiento inmaduro, infantil e incluso a veces, inmoral. En ocasiones él actúa como una persona caprichosa.
  • Él te habla con prepotencia, altivez y/o desprecio.
  • A ti te da miedo explicar determinadas cosas por temor a su reacción, incluso por si se pone agresivo.
  • Él aplica contigo el chantaje emocional, para conseguir sus objetivos: “si no haces esto, yo haré esto otro”..
  • Él sobrepasa tus límites (con acciones como aparecer en lugares de tu vida privada, llamadas a cualquier hora, múltiples correos electrónicos a horas poco adecuadas, traspasa tu intimidad, ocupa tus espacios/tiempos, te habla demasiado cerca…) y te sientes que cedes o te justificas para no tener problemas con él. Cuando pones límites, se enfada, te chilla y/o te insulta. 
  • Tú racionalizas y normalizas su maltrato: buscas argumentos, cosas que hayan podido pasar y justifiquen la actitud de él, buscas explicaciones a sus acciones…
  • Tú te aferras a  la creencia de que va a cambiar,
  • Tú experimentas sensaciones negativas, malestar físico, cansancio, estrés, tienes peleas repentinas con terceros, sientes que rindes mal en tu trabajo, sufres de apatía e indecisión, comes mal o has experimentado cambios en tus patrones de sueño. Incluso puede que hayas desarrollado algún tipo de adicción (pastillas, alcohol…). Te sientes débil, incapaz, culpable y/o inferior a él.

¿Hablamos?

Violencia Vicaria. Señales de alarma para detectarla y actuar

Extracto de mi artículo publicado en Mundopsicologos

La violencia vicaria es una estrategia de violencia por substitución y es la forma más cruel de violencia de género, pues la pareja o el/la ex tóxico/a ataca a los hijos/as en común con el fin de infligir dolor a su pareja o ex pareja y/o usa a los hijos/as en común para causar daño al otro progenitor. El ánimo de atacar a la ex pareja pasa por encima de cualquier estima que el personaje tóxico pueda tener sobre los hijos/as.

La forma más cruel, y que constituye la punta del iceberg ,es el asesinato cruel de los hijos/as, pues así sabe el tóxico/a que de esta forma la pareja o ex pareja nunca va a superar tal dolor. Ahora bien, hay otras formas de violencia vicaria que puede ejercer la persona tóxica que constituyen así mismo un daño enorme en los hijos y en el otro progenitor, tales como:

  • Manipular a los hijos para que se pongan en contra del otro progenitor e incluso le insulten, le agredan…
  • Utilizar a los hijos o los temas de éstos, para hacer daño al otro progenitor.Coaccionar, chantajear y manipular a los hijos para que se pongan en contra del otro progenitor.
  • Amenazar con matar a los hijos,Hacer daño emocional a la ex pareja: «te voy a dar lo que te mereces», «voy a darte donde más te duele» , «no los vas a ver más» o frases parecidas.Interrumpir los tratamientos médicos de los hijos/as cuando están con la persona tóxica con el fin de hacer sufrir al otro progenitor.
  • Usar los momentos de recogida y retorno del régimen de visitas de los hijos/as en común para insultar al otro progenitor.
  • Manipular situaciones con el fin de acusar al otro progenitor de conductas judicialmente castigables como no querer entregar a los hijos/as
  • Amenazar al otro progenitor, asustarle o humillarle.
  • Hablar mal del otro progenitor o de sus allegados, en presencia de los hijos/as en común.

Si detectas signos de violencia vicaria en tu hijo/a es importante advertirlo a las autoridades responsables, además de que es muy recomendable acudir a un profesional de la psicología especializada en este tipo de casos.

Puedes leer el artículo completo en:

https://www.mundopsicologos.com/articulos/que-es-la-violencia-vicaria-10-signos-para-detectarla-y-como-actuar

Mi Perfil en Mundopsicológos.

¿Qué es una Relación Tóxica? Señales que te permiten detectarla

Una relación tóxica es aquella donde alguna/s o todas partes implicadas son incapaces, por alguna razón, de impedir hacerse daño. Puede tratarse de una relación de pareja o ex-pareja, pero también de amistad, de trabajo, incluso de una relación familiar. 

Las características principales de las relaciones tóxicas son:

  • No existe un trato de igual a igual: por ejemplo, una de las partes se aprovecha de la otra, o sólo alguna de las partes obtiene beneficios de la relación.
  • Existe un desequilibrio o desigualdad entre las partes en relación: por ejemplo, una de las partes desea tener el poder y el control completo de la relación.
  • Son relaciones que hacen sufrir a alguno/s de sus miembro/s: por ejemplo, generan sentimientos de culpa, victimismo…
  • Son relaciones difícil de abandonar, donde se dan dinámicas de «dar un último intento«, «una última conversación» y/o generan dependencia emocional (enganche, adición…).
  • En su gran mayoría se caracterizan por ser como una montaña rusa emocional: son relaciones con muchos cambios emocionales (se pasa de estar feliz y en plenitud con el otro miembro de la relación, a estar triste o enfadado, fácilmente).
  • Son relaciones en las que alguno de los miembros se siente que no puede ser él mismo/a, y/o que el otro/s debe cambiar para que la relación funcione.

¿Por qué decimos que una persona, dentro de la relación de pareja o como ex-pareja, es tóxica?

Porque reúne la gran mayoría de las siguientes características y nos hacen activar alarmas rojas:

  • Potencia tus debilidades y no sabe valorar tus fortalezas.
  • Tiene una habilidad especial para arruinar tu estado de ánimo, tu día a día.
  • Es deprimente, desagradable, irritante y molesto.
  • Te hace sentir mal sólo por estar cerca de él/ella. Con el paso del tiempo acabas por sentirte emocionalmente agotado/a, incluso físicamente enfermo/a.
  • Te llena de cargas, de críticas poco o nada constructivas, de energía negativa y de problemas y frustraciones.
  • Se mete en todo lo ajeno y no es capaz de ver la viga en el propio ojo.
  • Busca argumentos y razones oscuras que avalen su proceder; te llena de injurias, calumnias y conflictos.
  • En su forma de actuar, invade, controla, envenena, y te asfixia.
  • En bastantes ocasiones, se aprovecha de ti y busca la complacencia.
  • Se queja de la mayoría de las cosas y suele mostrarse como víctima y/o quejoso/a. Le gusta dramatizar y propagar rumores. Te culpa de las situaciones y casi nunca se responsabiliza.
  • Es un ser habitualmente controlador e intenta imponer siempre sus normas, límites y criterio.
  • Suele ser ofensivo, sarcástico y puede ejercerte presión o poder a través de gritos y malos tratos. Por ejemplo, cuanto tú más supliques o llores, más se va a recrear en tu dolor: la persona tóxica, para sentirse superior, es adicta a hacer daño.
  • Muchas veces engaña y/o manipula, incluso recurre a infundir miedo, para conseguir sus objetivos. Puede chantajear y/o, incluso, agredirte verbal y/o físicamente con tal de salirse con la suya. 

¿Por qué es importante cortar con una relación tóxica?

Las consecuencias o efectos de la relación tóxica pueden ser muy variadas. La reacción más inmediata a la toxicidad es la aparición de emociones como la confusión, la perplejidad, el miedo, el enfado o la ira, la negación, la tristeza,  el nerviosismo y/o la desesperanza. Las relaciones tóxicas, a medio y largo plazo, pueden tener un impacto directo en la salud mental de la persona que las sufre, generar síntomas de ansiedad y depresión, trastornos alimentarios, trastornos del sueño e, incluso, provocar comportamientos auto-lesivos. A todo esto hay que sumar que las relaciones tóxicas tienen un impacto muy negativo en la autoestima y en la confianza de la persona que la sufre, de construir vínculos sanos en el futuro.

Re recomiendo algunos libros que te pueden ayudar a tomar consciencia sobre las relaciones tóxicas:

  • «Gente tóxica«, de Berdardo Stamateas.
  • «Personas tóxicas«, de Silvia Congost.
  • «Más gente tóxica«, de Berdardo Stamateas.
  • «La familia: de relaciones tóxicas a relaciones sanas«, de Laura Rojas-Marcos.
  • «Relaciones tóxicas», de Hope Utara.
  • «Amor Zero«, de Iñaki Piñuel.
  • «Familia Zero«, de Iñaki Piñuel.
  • «Amores altamente peligrosos«, de Walter Riso

Me gustaría también compartir contigo esta frase e invitarte a reflexionarla:

«Al igual que el arsénico, las personas tóxicas te matarán lentamente. Matan tu espíritu positivo y juegan con tu mente y emociones. La única cura es dejarlos ir«, (Dennisse Lisseth).

ATENCIÓN. Es importante que busques ayuda psicoterapéutica si estás sufriendo en una relación. Con un acompañamiento adecuado podrás tomar consciencia de si estás inmersa o no en una relación tóxica, ta darás cuenta de lo que te produce ahora y de lo que te puede llegar a provocar a largo plazo.

¿Hablamos?

La Dependencia Emocional. Signos alarmantes para que la detectes en ti

La dependencia emocional es un patrón relacional que ocurre normalmente en las relaciones de pareja y que se caracteriza por un apego insano y casi obsesivo (o sin el casi) hacia la otra persona, ante el miedo a que la relación se acabe y produzca dolor en nosotras. Tienes dependencia emocional si eres incapaz de cortar una relación insana donde la única opción posible es esa: finiquitar la relación. Y eres incapaz de acabar con ella porque sufres un enganche, una adición a la relación.

Los principales síntomas que apuntan a que sufres de dependencia emocional son: inseguridad, sentimiento constante de vacío, baja autoestima, presencia de creencias infundadas, miedo a perder a la persona y/o ideas irracionales, estar dispuesta a hacer cualquier cosa para que esa relación funcione,  o pensamientos recurrentes y obsesivos en torno a una determinada persona. También puede aparecer con tiempo sintomatología psicosomática: ansiedad, nerviosismo, tristeza, depresión, problemas para dormir, dificultades con la alimentación, baja autoestima…

He visto casos que bien podrían considerarse propios de la dependencia emocional (e incluso de co-dependencia) en la relación con una ex-pareja tóxica. El enganche que tuvisteis durante la relación y la dependencia generada, sobre todo en parejas cargadas de toxicidad o abuso,  no deja ver a la otra persona tal y como es en realidad. Viste cualidades de pareja dónde no las había y ahora quieres vivir con la esperanza de que la relación no está del todo perdida, aferrándote con ello a idealizar e incluso excusar defectos parentales en la otra persona sólo porque no está superada la ruptura ni hay capacidad de ver la realidad. La ilusión de que es un buen padre aunque fuera una pareja tóxica para nosotras es como el árbol que no deja ver el bosque.

Como puedes deducir, la dependencia emocional es un enganche cargado de alta toxicidad, altamente nocivo y, aún siendo el padre de tus hijos, lo mejor para sanarnos es el contacto cero. Cuando ha habido maltrato o abuso, lo más probable es que el ex tóxico intente llevarnos de nuevo a dónde él desea, y eso alimentará sin duda la dependencia de nuevo. Lo mismo ocurre si, por ser el padre de tus hijos, deseas tener una relación de “buen rollo” con este ser cargado de toxicidad, siendo esta situación terreno abonado para volver al enganche con la persona con la que tanto nos ha costado cortar la relación. El contacto cero, al menos durante un tiempo más o menos largo, es lo que te va a permitir darte cuenta de la situación tóxica y de si sufres de dependencia emocional respecto a tu ex.

Voy a recomendarte algunos libros que te van a aportar claridad sobre la dependencia emocional:

  • «Cuando amar demasiado es depender«, de Silvia Congost.
  • «Desapegarse sin anestesia«, de Walter Riso.
  • «Las mujeres que aman demasiado«, de Robin Norwood.
  • «Amar o depender», de Walter Riso.
  • «Si duele, no es amor», de Silvia Congost.
  • «Amor Zero«, de Iñaki Piñuel.
  • «La superación de la dependencia emocional», de Jorge Castelló.
  • «Dejar ir«, de David Hawkins.
  • «Querer no es poder. Cómo comprender y superar las adiciones!, de Arnold M. Washton, Donna Boundy. Gloria Vitale (traducción).

Salir de la dependencia emocional no es fácil y te recomiendo que busques ayuda psicoterapéutica. ¿Hablamos?

«Si no aprendemos a soltar, si no dejamos ir, si el apego puede más que nosotros y nos quedamos ahí atados, pegados a esos sueños, fantasías e ilusiones, el dolor crecerá sin parar y nuestra tristeza será la compañera de ruta«, (Jorge Bucay).

Conviértete en Embajadora y ayuda a otras mujeres

El Programa «Hazte Embajadora» es una propuesta psicoterapéutica-formativa que te va a dotar de las herramientas necesarias de mi Método de trabajo para que puedas convertirte en acompañante de otras personas que ahora están inmersas en relaciones tóxicas que las hacen sufrir, y no tienen la claridad suficiente como para salir de ellas y estar bien.

Es un programa que está dedicado de forma exclusiva a personas que han sufrido relaciones tóxicas, maltrato, dependencia emocional o dificultades psico-emocionales y con su autoestima, derivado de situaciones de toxicidad. ¿Por qué en exclusiva a estas personas? Porque, ¿quién mejor que alguien que ha sufrido el abuso en su propia piel, va a poder ayudar a otras personas que ahora están pasando por ello?

Este programa te va a venir muy bien para poder acabar de cerrar los temas pendientes en ti misma sobre tu relación tóxica del pasado, y formarte ara poder mentorizar o acompañar a personas que necesitan darse cuenta de que están en una relación tóxica, sufren de dependencia emocional o tienen otros malestares, y acompañarlas a salir de ahí.

Formar parte del programa te va a dar luego acceso a trabajar juntas y tener a tus propias pacientes. ¿Quién mejor que tú para ayudarlas en alguna parte de su proceso, que has sufrido está situación de la toxicidad en tu propia piel?

El programa consta de 12 sesiones, que se llevan a cabo cada 15 días. Se imparte de forma presencial en mi despacho de Sabadell o de Barcelona, o bien online. A lo largo de las sesiones trabajaremos una parte psicoterapéutica para que adquieras las habilidades necesarias para ser mentora/acompañante (embajadora de mi método) y te enviaré material de estudio y trabajo de una sesión a otra para, cuando nos veamos, puedas aclarar dudas. El programa está pensado para que lo acabes en 24 semanas (o sea, unos 4 meses) si bien puedo ser flexible a finalizarlo en un plazo máximo de 6 meses si necesitas un ritmo de estudio diferente. Si quieres hacerlo en menos semanas (a una sesión por semana) también es posible, pero vas a tener que tener tiempo libre suficiente para ello. El pago del programa se estudia de forma personalizada y con descuentos según el paquete escogido y tu situación personal.

El temario del programa incluye aspectos como: tipos de relaciones tóxicas y cómo nos enganchamos a ellas; apego y trauma; la dependencia emocional y la autoestima; cómo ayudar a la persona a despertar de la relación tóxica; uso de herramientas de ayuda a la persona que está inmersa en una situación de dependencia emocional o una relación tóxica; las secuelas de la relación tóxica y cómo superarlas; herramientas de crecimiento personal y profesional para la embajadora/acompañante de mi método; entre otras.

Además, es un programa totalmente personalizado y no una formación general para todos los públicos. Es decir, que no vas a aprender un temario y ya está, si no que vas adquirir las herramientas necesarias para acompañar a personas inmersas en relaciones tóxicas, dependencia emocional y dificultades de autoestima des de tu propia experiencia personal, tu propia forma de trabajar y ajustando las herramientas que a mi me sirven, a tu estilo.

Eso sí, vas a tener que estudiar un montón durante el programa, aunque vas a estar acompañada por mi vía whatsapp, siempre que lo necesites más allá de las sesiones.

¿Qué esperas para apuntarte?

No es amor si sufres

El amor es una de las drogas más extenuantes que pueden existir. Al estar enamorados liberamos serotonina, dopamina y oxitocina. A causa de ellas nos sentimos llenos de emoción, excitados, repletos de energía y con mayores dosis de positivismo. 

Sin embargo, cabe decir que nuestra dignidad nunca debe pasar por delante de esas emociones y mucho menos nunca es “a pesar” del amor. Por más que estamos enamorados de una persona, nunca debemos estar dispuestos a rogar ni reclamar. Nunca nadie nos puede hacer sentir que nosotras o nuestra manera de ver la vida, no valemos, que somos insignificantes ni poco importantes.

 En ocasiones rogamos a la pareja por la ansiedad que nos produce separarnos de esa persona tan especial o porque nuestro cuerpo está pidiendo a gritos esos químicos/emociones que nos produce la relación. Necesitamos de ella o de él para producir la adrenalina y sentir el bienestar o el ”subidón” que nos provoca esa relación, pero en realidad eso no es amor sano, sino dependencia emocional. Las personas que sufren de dependencia emocional (no-amor) sienten una necesidad insaciable de estar con la otra persona y son totalmente incapaces de cortar los vínculos que la unen al otro.

En un trabajo terapéutico para saber si es amor o dependencia emocional, investigaremos, a través de El Método, si los valores que tu esperas o destacas en las personas, – que muchas veces coinciden con tus propios valores vitales-, son acordes con los que tiene esa pareja que crees amar. Pongamos por ejemplo que en ese trabajo igual te das cuenta que los valores importantes en tu vida son la amistad o el apoyo. Ahora pregúntate: ¿ves realmente a tu pareja como un verdadero amigo?, ¿confías en él igual que lo haces con tu mejor amigo?, ¿te apoya tu pareja en todo lo que haces?, ¿te alienta tu pareja a hacer aquello que te hace ilusión o te propones?… Prueba ahora cuestionarte sobre otros valores que pueden ser interesantes para tí, por ejemplo la sinceridad, la paciencia, la humildad, la empatía, la franqueza, la honestidad o la dulzura, entre otros. 

El Método de Atención Basado en la Interdependencia y sus pilares me surgió como una metodología adecuada para la mejora de las relaciones interpersonales en los contextos residenciales de atención a la dependencia. Hoy en día se ha convertido para mí en una forma de mejora de las relaciones interpersonales en su conjunto y para ayudarte en las relaciones tóxicas en particular.

Dicho esto, ahora soy yo la que te pregunto:  ¿de verdad estás dispuesta a continuar con una persona que no tiene nada que ver con los valores que son importantes para ti? ¿De verdad estás dispuesta a ir destruyendo tu amor propio reclamando cosas ante quién no valora las mismas cosas en la vida que tú? Y por último, ¿de verdad estás dispuesta a continuar dañando tu autoestima humillándote ante quién no te quiere de la misma manera que tú le quieres?

Contesta con detalle a las preguntas anteriores: sí o no, y por qué. Y plantéate ahora si es amor o no-amor.

El maltrato contra las mujeres

Este es un párrafo de mi novela Cuando todo cobra sentido. Lucía es compañera de trabajo de Manuela, la protagonista del libro.

Aprecio a Lucía, y por ello he decidido preguntarle cómo está, dispuesta a escucharla sin juzgar, haciéndola sentir que no está sola, que tiene una amiga con quien puede contar, creyéndola, aunque lo que me cuente me suene a ciencia ficción. Ella me miente. Ella ha evadido mis preguntas, estoy segura de que siente vergüenza y miedo. Si es una mujer maltratada, no existe solo miedo al maltratador, también a los demás, al qué dirán, a no saber cómo sobrevivir cuando acabe la relación. 

―Se sobrevive, Lucía ―le he dicho desde mi voz interior―. Y tanto que se sobrevive. ―Y Lucía me ha mirado atónita”.

El maltrato y la violencia contra la mujer provocan efectos como la inseguridad y el miedo, que persisten incluso cuando acaba el maltrato.

Y es que la historia de Lucía bien podría continuar así:

Y ahora ella ya no miente y me explica su calvario. Escupe lágrimas como puños. Esas lágrimas que no derramaba en casa, junto a su maltratador, por miedo a que sus sollozos por el primer golpe, desencadenaran más porrazos que le hicieran saltar esta vez los dientes y no sólo las lágrimas. Un lagrimeo constante que le surge porque aún siente el peligro cerca, aunque él ya no esté. El miedo lo lleva dentro, casi forma parte del ADN de Lucia. Pero ver la tranquilidad de su hijo y lo bien que ahora lleva sus estudios, le acaban de confirmar que salir huyendo del verdugo fue lo mejor que pudo hacer”.

En el terrible escenario de la violencia doméstica hay dos momentos críticos y de muy difícil predicción. Uno es el que estamos cansadas de ver en los medios de comunicación: el que elige el maltratador para acabar con su víctima. El otro, afortunadamente, es el que elige la víctima para decir “¡Basta ya!”.

Y es que Lucía se armó del valor necesario para huir, el día que me explicó que su marido la venía maltratando desde hacía tiempo, años. Entre sus gimoteos entendí porque esa mañana dijo “hasta aquí”: la mano que necesitaba para teclear los pedidos en su ordenador de la oficina, se había levantado aquella mañana “dormida”. Y decidió no aguantar más. Y es que Lucía dormía cada noche con el cucharón de la sopa agarrado con fuerza, muerta del miedo, por si él, su maltratador, la atacaba de nuevo. Esa mañana, cuando Lucía despertó y quiso abrir la mano, la tenía agarrotada”.

Lucía lleva unos meses siguiendo El Método, basado en el Modelo de Interdependencia, un programa de salida y recuperación de las relaciones tóxicas, basadas en el abuso, en el maltrato. Sus uñas ya no se clavan en las palmas de las manos para apretar el miedo, ni se le agarrotan los dedos. Pero puedo decir por experiencia propia que cuando tu autoestima sale por la ventana de atrás, profundamente herida por el tiempo que llevas soportando humillaciones, la autoculpa entra por la puerta. “Yo – explica Lucia-, quería salvar nuestro matrimonio; ayudar a mi marido; era mi compromiso hacerlo”.

El miedo dura, la culpa también; pero ambas acaban marchándose y se recupera a la Lucía fuerte, trabajadora, bonita y buena madre que él, su verdugo, día tras día, le negaba ser.

¿Conoces ya El Método y su origen, el Modelo de la Interdependencia?

¿No estarás amando demasiado?

Cuando estar enamorada de alguien es equivalente a sufrimiento, eso es que estás queriendo demasiado.  

En esta entrada de Blog vamos a citar algunas realidades que pueden ser un indicio de que estás amando en exceso. También vamos a examinar las razones por las que tantas mujeres, al pretender dar con alguien que nos ame, caemos en relaciones de pareja insanas y dónde falta precisamente aquello que andamos buscando: amor. 

Algunas situaciones que pueden ser una señal de que nuestro querer no es sano y estás amando demasiado, son por ejemplo:

  • Cuando hablas constantemente acerca de él, de sus dificultades, de sus problemas, de su forma de ser, de su forma de comportarse, de sus sentimientos… Tienes a “él” constantemente en la punta de la lengua.
  • Cuando discutes con él o con terceros sobre sus desaires, sus comentarios indebidos, sus malas contestaciones, su inaccesibilidad o sus comportamientos inadecuados.
  • Cuando muchas de sus conductas no te gustan y las soportas en silencio.
  • Cuando te conviertes en una supuesta terapeuta de sus problemas, de su mala suerte, de lo injusta que es la vida o otras personas con él.
  • Cuando crees que tienes que cambiar cosas de ti para que él esté contento y la relación funcione.
  • Cuando sientes que la relación te perjudica a  nivel emocional: te sientes triste, cansada, con ansiedad o te cuesta dormir o llevar a cabo tus quehaceres diarios. Todo ello como consecuencia de pasar mucho tiempo dándole vueltas a la cabeza sobre él o la relación.
  • Cuando quizá la relación de pareja está ya perjudicando tu salud o integridad física, no cabe duda de que estás amando demasiado. 

¿Por qué algunas mujeres nos atrapamos en relaciones de pareja poco saludables? 

Dependencia, o adicción, son palabras que nos asustan, pero son la clave para entender porqué, aunque estemos sufriendo en el amor, somos incapaces de ponerle punto y final. A veces nuestro deseo de amar es tan grande que se convierte en una adicción insana. No te culpes por ello: detrás de esa dependencia no hay un problema grave en ti, pero si una situación grave para ti. 

La adicción al amor o la dependencia emocional que se ha generado hacia tu relación de pareja, nace de dos aspectos y se alimenta de otras dos cosas.

Por un lado, nace de tu ilusión y creencia profunda en el amor (que suele entrar «en vena» durante nuestra infancia), así como del embrión del miedo a estar o quedarte sola (otra creencia muchas veces fraguada en la etapa infantil y que nos juega malas pasadas). Por otro lado, la adicción al amor, y la dependencia emocional, se nutren en primer lugar, de la persona con empatía, responsabilidad y entrega que eres.

La segunda fuente de gestación y nutrición son las características de tu pareja: un ser sin empatía ni responsabilidad ninguna. Él no ha de cambiar nada sino que es su entorno quien tiene que cambiar.

Desde tu forma de ser harás todos los intentos porque tu relación funcione, creyéndote además que la fuente primaria de todos los conflictos en la pareja eres tú.

Y con esto no quiero decir que tu no seas una mujer inteligente como para no darte cuenta de que esto no es así. Es todo lo contrario: tu inteligencia y tu implicación en las cosas es lo que necesita tu pareja, que necesita comer de ti para ser alguien.

Él utilizará todas sus estratagemas y manipulaciones para hacerte sentir que eres tú la culpable de todo lo que ocurre en la relación; tu híper-responsabilidad, entrega y empatía juegan poco a tu favor en este camino juntos.

Si eres una mujer que estás amando demasiado puede ser que estés atrapada en una relación tóxica y de dependencia emocional.

Y llegados a este punto,  me parece justo prevenirte de dos cosas.

La primera: el camino para salir de una relación tóxica o de dependencia emocional va a necesitar de una gran dosis de tu energía y compromiso, y puede que te duela. Invierte la energía en ti y no en más intentos con él, pues ya estas viendo que no funcionan demasiado.

La segunda: el único camino posible es ese, el de la salida, pues cualquier otra opción, al lado de él,  va acabar por destruirte.

¿Hablamos?