Supérate con «Genera un nuevo hábito en 21 días»

Según el psicólogo William James, es necesario un proceso de 21 días para crear un nuevo hábito, a partir de la repetición constante de una conducta. Así el inconsciente de nuestro cerebro lo adquirirá como un aprendizaje y, finalmente, lo almacenará como un hábito.

Incluir una nueva costumbre en nuestra vida diaria, como ponerte a estudiar, hacer deporte, seguir una dieta, adelgazar, etc. ¡No es tan complicado como parece! Tan solo necesitamos repetir aquello que queremos convertir en hábito durante 21 días consecutivos y lo habremos conseguido. 

Wiliam James (padre de la psicología moderna y filósofo), publicó en 1980 un artículo llamado “El hábito” dentro de su obra “Principios de la psicología”. En él, James explica la plasticidad del sistema nervioso y el cerebro a través de su teoría de los 21 días. Cada nueva rutina que aplicamos en nuestra vida produce cambios en el sistema nervioso, y esto afecta al cerebro generando nuevos circuitos neuronales. Dichos circuitos cambian y determinan cómo funciona nuestro cerebro, y nuestros hábitos. Para que podamos crear un nuevo circuito para el nuevo hábito a adoptar, hemos de trabajar sobre subconsciente del cerebro, que es el lugar donde se guardan los recuerdos, se genera el aprendizaje y los nuestros hábitos. Según James, este proceso dura 21 días, (aunque puede variar un poco en función de la persona), porque cerebro no asimila los cambios de golpe, si no que lo hace gradualmente y por esto debemos repetir el mismo gesto durante 21 días. De esta manera, el cerebro pasará ese gesto a nuestra parte consciente, lo convertirá en aprendizaje y finalmente lo almacena como un hábito. Esta teoría fue demostrada científicamente más tarde.

MI programa «Genera un nuevo hábito en 21 días» es un verdadero reto y a preció muy económico. Pregúntate: ¿por qué miles de veces he intentado aprender inglés y no lo consigo?, y ¿por qué otras tantas he intentado ir al gimnasio o hacer dieta y no supero la primera semana en constancia? Porqué a veces sola, no es fácil. Para que el programa 21 días funcione tienes que tener claro tres cosas:

  • ¿Qué es lo que quieres conseguir/cambiar? Tu objetivo.
  • ¿Por qué o para qué? Cuál es tu motivación.
  • ¿qué piensas hacer y cómo? Tu plan de acción.

Ante todo, déjame aclararte que cuando hablo de cambiar tu vida con un nuevo hábito, no me refiero a pócimas mágicas que conviertan calabazas en carrozas. Esto no va de milagros: va de propósito y constancia. Todas tenemos temas pendientes y aspectos a mejorar. Pueden ser retos que nos hacen avanzar o lastres que nos están frenando. Y yo puedo ayudarte con esas «tareas pendientes» y sólo necesito una cosa de ti: compromiso. Y la motivación por algo es lo que marca la diferencia entre el mero interés y el auténtico compromiso

Debo decirte que algunos comportamientos están sustentados por creencias muy arraigadas que no van a desvanecerse por el simple hecho de insistir en modificar una conducta.  Para esos casos es necesario un trabajo de introspección y auto-conocimiento muy profundo. Aquí es donde la Psicología Experta puede ayudarte, pues muchas veces al ir a «tocar» creencias profundas la persona choca con todo su ser y conecta con las emociones. Una de las grandes ventajas del programa de los 21 días es que eleva la autoestima, porque al conseguir el reto, el sentimiento de superación personal y el de satisfacción, aumenta por la constancia aplicada. 

¿Quieres empezar a trabajar tu nuevo hábito? Puedes empezar a darle forma con los siguientes pasos:

  • Dentro de tres semanas (21 días) yo:
  • Es importante para mi porque:
  • Cuando lo consiga voy a ver que.:
  • Sólo quedan 21 días…¿Te apuntas al programa? ¡Te va a ser más fácil conseguirlo!

Debo decirte una última cosa IMPORTANTÍSIMA: el programa que te propongo consiste en:

  • Material de trabajo que te envío por mail. Te va a permitir establecer de forma clara tu objetivo, tu motivación y tu plan de acción
  • Seguimiento por whatsapp a diario para que no decaigas. Con frases motivacionales y retos cada día, y consultas ilimitadas a diario conmigo.
  • Dos sesiones online conmigo, de enfoque: una al inicio del programa para ayudarte a poner foco, y otra a mitad del programa (a los 10 días) para reajustar todo lo que necesites.
  • Y lo mejor de todo: una vez aprendas el método de trabajo, no sólo vas a poder conseguir el nuevo hábito que te has propuesto ahora sino que te va a servir para conseguir cualquier cosa que te propongas en tu vida de aquí en adelante.
  • Y atención, porque lo mejor, de lo mejor, de lo mejor (o sea el top ten de lo mejor) es su precio: 60 euros todo el programa, sí, ¡¡¡ los 21 días por tan solo 60 euros !!!

No lo dejes escapar. Tu nueva vida empieza hoy.

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Aprende sobre distinciones: ACEPTAR o RESIGNARSE

Las distinciones son una herramienta de trabajo muy potente en los procesos de psicoterapia y de coaching. Y es que el lenguaje nos permite, entre otras cosas, dar significado a las cosas. Los psicólogos, psicoterapeutas y coachs buscamos que la persona adquiera la habilidad de ver las cosas de una nueva manera,, y encontrar nuevas opciones y soluciones a las diferentes situaciones, y para ello es importante conocer las distinciones del lenguaje.

Una de las distinciones con las que a mi más gusta trabajar es la diferenciación entre ACEPTAR y RESIGNARSE. Por ejemplo, cuando trabajo con mujeres que han estado inmersas en relaciones tóxicas y basadas en el maltrato y abuso, muchas de ellas se preguntan porqué no supieron detectarlo a tiempo, y otras se resignan a que el resto de su vida, aunque el maltratador ya esté lejos de ellas, esté marcado por la situación de abuso que vivieron. La resignación te lleva a quedarte en un rol de víctima de una situación, a instalarte en la postura de no hacer nada y por tanto a ver pasar la vida con la carga que conlleva haber pasado por una situación desagradable como es el maltrato o la relación tóxica, la dependencia emocional, el abuso…. En cambio la aceptación nos lleva a superarnos, a ver los aprendizajes que, aún las circunstancias, hemos tenido de la situación, a cambiar y a ponernos en marcha para conseguir nuevos objetivos. En la aceptación entendemos que la realidad que nos ha tocado vivir es así y que partir de ahí, podemos poner todas nuestras fuerzas en construir y modificar aquello que queremos, poner nuestros aprendizajes a disposición de otras personas para ayudarlas en lo que nosotras vivimos en el pasado,…

Ante esto debo decirte que muchas de las personas a las que he acompañado para salir o superar relaciones tóxicas y de maltrato o abuso, acaban también participando de mis programas Te ayudo a escribir tu Ebook, y Hazte Embajadora, programas ambos que ayudan a que la persona ponga al servicio de otras personas la situación dolorosa que ella ha vivido en su propia piel. Quién mejor que alguien que ha pasado por una situación de maltrato va a poder ayudar a otras víctimas?

Como psicoterapeuta, una de mis misiones, es que el paciente, pase a la acción, que vea otras posibilidades, desde una amplitud mirada, y que explore fuera de su zona de confort.  Para ello las psicólogas debemos dominar las técnicas de conversación, utilizar preguntas y distinciones poderosas.

Otras distinciones interesantes en procesos de psicoterapia o coaching son:

  • Eres VÍCTIMA o RESPONSABLE de lo qué te ocurre, te ocupa y de tu vida?
  • Te OCUPAS, o te PREOCUPAS?
  • Lo que describes son HECHOS REALES (evidencias objetivas) o JUICIOS (personales)?
  • Ante una situación determinada, actúas con un claro COMPROMISO o te mueve la OBLIGACIÓN?
  • Te mueves en busca de la EXCELENCIA o te está pudiendo la EXIGENCIA?
  • Ves las cosas en concepto de ERROR o las vives realmente como un FRACASO?
  • Tu vida transcurre en modo SER o en modo HACER-TENER?
  • Entiendes que el DOLOR es inevitable pero el SUFRIMIENTO es opcional?
  • Aún a pesar de lo que tengas o te falta, vives en la ABUNDANCIA o vives en la ESCASEZ?
  • Entiendes que no es lo mismo NECESITAR que DESEAR?
  • No todo lo IMPORTANTE es URGENTE, ni todo lo URGENTE es IMPORTANTE.
  • El que exista un PROBLEMA puntualmente, no significa que exista un CONFLICTO.
  • Vives las situaciones en modo PROBLEMA, o las vives en modo RETO?
  • Ante una situación, tu acción es en modo RESPUESTA (implica control emocional o autocontrol) o REACCIÓN (implica actuar de forma impulsiva y automática).

Y ahora dime, ¿tú tienes claras estas distinciones? Piensa en las distinciones que te acabo de compartir, busca ejemplos de situaciones de tu vida donde no distinguir entre una y otra ha tenido consecuencias indeseables para ti o para terceros. Estoy segura que reflexionar sobre las distinciones te resultará muy útiles para comprender algunas de las cosas que te ocurren.

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Pensamientos automáticos. No son gratis

La mayoría de las causas de nuestro bajo auto-concepto (nos valoramos poco como personas) y de nuestra baja autoestima, se encuentra en las creencias o pensamientos que tenemos a cerca de nosotros mismas y de la vida en general. Los pensamientos automáticos y las creencias de las que provienen se convierten para la persona en verdades absolutas.

Los pensamientos automáticos son juicios, etiquetas, interpretaciones y valoraciones de personas o situaciones, que han formado parte de un “diálogo interno” que a veces se realizan de forma consciente y otras veces no, y sin filtros ni censuras. Contrariamente a los «pensamientos racionales», los pensamientos automáticos se caracterizan por: 

  • Se trata de pensamientos, conscientes o inconscientes, pero involuntarios y automáticos. No son pensamientos reflexivos, procedentes de razonamientos, sino “reacciones” ante determinadas situaciones que vienen cargadas de una fuerte carga emocional. 
  • Suelen expresarse en forma de palabras como «debería de, tendría que…”. apareciendo como obligaciones que nos imponemos a nosotros o a los demás en forma de exigencias.
  • Aparecen como mensajes cortos, como si fueran «palabras clave». 
  • Son diálogos internos referidos a temas concretos; (se trata de mensajes específicos).
  •  Son difíciles de controlar y de evitar. 
  • Son aprendidos y surgen básicamente de aquellas actitudes de la persona que son aprendidas en la infancia o adolescencia, provenientes de la familia, la escuela y otras influencias sociales.

Algunos ejemplos de pensamientos automáticos son:

  • A una mujer, mientras espera ser recibida por una psicóloga, se le pasa de golpe por la cabeza «nadie, ni nada, podrá ayudarme«, comienza a desesperarse y siente deseos de abandonar la cita.
  • Un joven se encuentra esperando a su novia en un bar donde habían quedado. Pasan veinte minutos de la hora acordada y ella no llega. En la mente de él, acuden pensamientos del tipo «si me quisiera de verdad no me haría esto… “, «se habrá ido con otro»…

Las distorsiones cognitivas son agrupaciones de pensamientos automáticos que son habituales y repetitivos, y que generan pensamientos distorsionados o desviados de las situaciones o acontecimientos.

¿Cuáles son las distorsiones cognitivas más frecuentes?

  • Pensamiento polarizado. Consiste en valorar o percibir los acontecimientos de forma extrema , todo es cuestión de blanco o negro, bueno o malo…, sin matices. Para contrarrestarlo conviene preguntarse ¿entre estos dos extremos, hay grados intermedios?, ¿hasta qué punto eso es así? 
  • Filtraje o abstracción selectiva. Consiste en seleccionar en forma de «visión de túnel» un solo aspecto de una situación, se resalta un simple detalle, habitualmente se filtra lo negativo y lo positivo se olvida, y toda la situación queda teñida por este detalle. Para contrarrestar esta distorsión conviene preguntarse ¿es esto realmente así? 
  • Interpretación del pensamiento. Se refiere a la tendencia a interpretar sin base alguna los sentimientos e intenciones de los demás. Para contrarrestarlo conviene preguntarse ¿Qué pruebas tengo para suponer eso? 
  • Los deberías o autoexigencia inflexible. En esta distorsión la persona se comporta de acuerdo a unas reglas inflexibles sobre cómo deberían ser las cosas. Cualquier desviación de esas reglas se considera intolerable y conlleva una alteración emocional. Los pensamientos se concentran en “lo que debería ser” en vez de “en como son”.
  • Personalización.Consiste en relacionar los hechos del entorno, con la forma de ser o actuar de una misma. Se suele acompañar con la tendencia a compararse continuamente con los demás.
  • Razonamiento emocional. Consiste en creer que lo que la persona siente emocionalmente es lo verdadero. Las emociones sentidas se consideran como hechos objetivos y no como interpretaciones subjetivas. Las palabras claves son “si me siento así es porque soy o porque ha ocurrido…”
  • Sobregeneralización. Son juicios e inferencias generales basadas en solo un hecho particular, (una conclusión generalizada a partir de un incidente simple).  Palabras claves que indican que una persona esta sobregeneralizando son: «todo, nadie, nunca, siempre, todos, ninguno«. Para contrarrestarlo conviene preguntarse. ¿Cuántas veces ha ocurrido realmente?¿qué pruebas tienes para sacar esa conclusión?
  • Visión catastrófica. La palabra clave que suele indicar esta distorsión suele ser: «¿y si…?«, y consiste en adelantar acontecimientos de modo catastrofista para una misma. Para contrarrestarlo conviene centrarse en el presente, dejar de anticipar y valorar posibilidades. Preguntarse. ¿otras veces lo he pensado?¿qué ocurrió realmente? ¿qué posibilidades hay de que eso ocurra?
  • Culpabilidad. Consiste en atribuir la responsabilidad de los acontecimientos bien totalmente a uno mismo, bien a otros, sin base suficiente y sin tener en cuenta otros factores que contribuyen a los acontecimientos.
  • Falacia de control. La persona se ve a sí misma como responsable de todo lo que ocurre a su alrededor o, en el otro extremo, se ve a sí misma como impotente y sin ningún tipo de control sobre los acontecimientos de su vida.
  • Tener siempre la razón. Consiste en la tendencia a probar de manera frecuente, ante un desacuerdo con otra persona, que el punto de vista de uno es el correcto y cierto. No importa los argumentos del otro, simplemente se ignoran y no se escuchan. La persona se pone normalmente a la defensiva.
  • Falacia de justicia. Consiste en valorar como injusto todo aquello que no coincide con los deseos o expectativas personales.
  • Falacia de cambio. Implica creer que el bienestar de uno mismo depende de manera exclusiva de los actos de los demás. Para contrarrestarlo conviene preguntase ¿Qué pruebas tengo para creer que la situación solo depende de esa persona?, aunque eso no cambiase ¿podría yo hacer algo?
  • Falacia de la recompensa divina. En esta distorsión se tiende a no buscar la solución a las dificultades o problemas suponiendo que o bien la situación mejorará “mágicamente” en el futuro o bien se tendrá una “recompensa” por el sufrimiento actual.

Algunos ejemplos de distorsiones cognitivas son:

  • La relación solo mejorara si mi pareja cambia«: falacia de cambio.
  • «Yo soy el responsable de todo…”: falacia de control.
  • Esto lo dice por mi...»: personalización.
  • «Nunca conseguiré tener pareja«: sobregeneralización.
  • «Si no soy brillante en mis estudios, entonces solo podré ser un fracasado«: pensamiento polarizado.
  • «El día de mañana tendré mi recompensa a tanto sufrimiento: cambiará mi suerte«: falacia de recompensa divina.

Mediante un proceso psicoterapéutico o un acompañamiento basado en las técnicas del coaching se pueden descubrir y neutralizar distorsiones cognitivas que dificultan o limitan los procesos de cambio.

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