Aprende a afrontar el MIEDO

Una de las principales causas de malestar y paralización de las personas es el MIEDO. Éste genera incluso ansiedad y paralización en las personas. Me gusta compartir con las personas que me piden orientación por miedo, la siguiente frase de Nelson Mandela: «no es más valiente quien no tiene miedo, sino quién sabe conquistarlo«.

Aprender a trabajar el miedo no siempre es tarea fácil. Muchas de vosotras me decís que os sentís más protegidas en vuestra zona de confort, pues lo de afuera os da miedo. Te voy a poner algunos ejemplos de lo que significa quedarse en la zona de confort:

  • Cuando has sufrido una ruptura de pareja es fácil que te sientas cómoda en la soltería, por el miedo a iniciar una nueva relación que también se termine, sufras de nuevo por amor, etc.
  • Cuando has sufrido un accidente de tráfico del que te ha costado recuperarte, evitas ponerte de nuevo al volante por miedo a conducir.
  • Cuando te has sentido rechazada por alguna persona durante tu primera vez en interacción con un grupo nuevo, evitas conocer gente nueva en el futuro por miedo a no integrarte, que se rían de ti, etc.
  • Cuando no nos gusta nuestro trabajo, pero dependemos económicamente del salario que cobramos, no buscamos un nuevo empleo por miedo a volver a empezar, que no salga bien y uso se viera comprometido a nivel económico.

La ZONA DE CONFORT es aquel estado mental y de comportamiento, en el cual la persona se auto-impone límites o acepta un estilo de vida concreto con tal de evitar presión, riesgo, miedo o ansiedad. La zona de confort es una zona segura para la persona, pero si se mantiene durante un lago periodo de tiempo, puede acabar por convertirse en la gran excusa por la cual la persona no se arriesga, no hace nada nuevo, e incluso acabar por no vivir nuevas experiencias. Llegar a este extremo va a generar una gran pérdida de motivación, monotonía, apatía, desgaste personal y del entorno relacional…

Cuando trabajo los miedos en mi orientación psicoterapéutica les hago a las personas la siguiente propuesta. Son cuatro partes que trabajamos a lo largo de un máximo de dos o tres sesiones (y que requieren que la persona también trabaje en casa entre sesión y sesión). Te comparto también algunos ejercicios.

  1. IDENTIFICA TUS MIEDOS: El primer paso para vencer nuestro miedo es detectarlo: ¿A qué tengo miedo? Algunas actividades que puedes hacer son: (
    • 1) Lista los miedos que ahora sientes en tu vida.
    • (2) Lista las emociones positivas y negativas que te generan el miedo (por ejemplo: positivas: si no hago algo por miedo, me siento segura de que nadie me va a hacer daño; negativas: el miedo me paraliza, siento rabia y angustia). Las principales EMOCIONES relacionadas con el miedo son: la ANSIEDAD (respuesta emocional de anticipación involuntaria del organismo ante estímulos que se perciben amenazantes o peligrosos); la INCERTIDUMBRE (se activa cuando tenemos poca información o es imperfecta y por tanto hacemos nosotros predicciones catastrofistas sobre eventos futuros); la PREOCUPACIÓN (reacción emocional automática para resolver problemas); el PÁNICO (emoción de miedo extremo al sentir que la vida, nuestros bienes más preciados, nuestras personas queridas…, están en peligro); el ESPANTO (miedo muy intenso y repentino).
    • (3) Intenta revivir una situación en la que hayas sentido mucho miedo, intentando concretar al máximo a qué tienes miedo exactamente.
    • (4) Dibuja un cuerpo humano y responde: ¿Dónde localizas el miedo en el cuerpo? ¿Qué sientes en esa parte del cuerpo? (5) Otro ejercicio puede ser dibujar nuestro miedo en una hoja, y nuestro opuesto al miedo en otra. Luego podemos observar las diferencias entre un dibujo y otro.
  2. HABLA DE LAS CONSECUENCIAS DEL MIEDO: las consecuencias del miedo se pueden analizar dividiéndolas en tres aspectos: psicológicas, físicas y sociales. Te voy a dar unas pistas de cada uno de los aspectos pero, pensando en tu/s miedo/s, haz una lista lo más larga posibles de las consecuencias psicológicas, físicas y sociales que tu miedo pueden acarrearte.
    • Son ejemplos de consecuencias psicológicas del miedo: pasividad, paranoia, depresión, negar lo sucedido, esconder lo sucedido, cobardía, vulnerabilidad, impotencia, furia, odio, trastornos del sueño, pérdida de autoestima, culpabilidad…
    • Son ejemplos de consecuencias físicas del miedo: problemas gástricos, asma, contracturas, ansiedad, abandono físico, pesadillas, trastornos menstruales o sexuales, tics…
    • Son ejemplos de consecuencias sociales del miedo: desmotivación, aislamiento, agresión, desconfianza, control social, pasividad, alarma, pánico, distorsión de la realidad, cambios en las relaciones interpersonales, problemas en el trabajo…
  3. CÓMO AFRONTAR EL MIEDO: las reacciones básicas ante el miedo son EVITAR, HUIR o AFRONTAR. (
    • (1) Te animo a que, ante la lista de miedos que sientes ahora en tu vida y que antes has elaborado, escribas al lado de cada miedo cuál es tu reacción habitual: evitar, huir o afrontar.
    • (2) Proponte pequeños desafíos: vencer el miedo requiere tiempo y un esfuerzo progresivo. No te enfrentes directamente y de golpe a tu peor miedo. Apóyate en tus seres queridos (es posible que los interlocutores haya pasado por experiencias similares y puedan darte consejos). No temas a las críticas. Prémiate por tus avances, anota tus progresos y date caprichos / regalos de vez en cuando. Pide ayuda al profesional de la psicología si es necesario.
    • (3) Te puede ser de utilidad también elaborar un álbum mental o una lista de situaciones en las que sentiste que superabas el miedo gracias a tus recursos personales o tus valores.
  4. IDENTIFICA TUS ELEMENTOS DE RESISTENCIA:
    • (1) intenta identificar en primer lugar cuales son tus resistencias principales (por ejemplo, miedo a perder algo, a fracasar, a hacerlo mal, a no estar a la altura…) y observa la creencia, pensamiento automático o distorsión cognitiva que hay detrás. Entre los elementos de resistencia están: ideología firme, personalidad resistente (compromiso, control, reto…), pesimismo, desconfianza en los demás, asumir vulnerabilidad personal, buscar razones…
    • (2) Veremos que para afrontar el miedo tenemos una serie de herramientas que además podemos entrenar. Entre los modos de afrontamiento principales están: informarse, compartir, trabajar y aceptar, entrenamiento, analizar la capacidad, cambiar lo desconocido por lo conocido, establecer relaciones de confianza, cuidado físico y psíquico, análisis de riesgos, razonar, pensar en positivo, generar alternativas, expresar sentimientos, secuenciar en pequeños pasos, pedir ayuda…¡Cuál estas dispuesta a poner en marcha? Escógela y secuencia los pasos para llevarla a cabo
    • (3) Racionaliza tus miedos: la mayoría de los miedos son irracionales, por lo que darle una lógica te ayudará a analizarlos y comprenderlos: ¿por qué exactamente tienes miedo?,¿por qué crees que te sucede?, ¿es tan malo como parece?, ¿tiene poder sobre ti?…

No dejes que el miedo te paralice, enfréntate a él. Hay un antiguo proverbio que dice: «el miedo llamó a mi puerta y cuando abrí ya no había nadie«. Yo te diría que cuanto más intentas controlar el miedo (a través de quedarte en la zona de confort), más lo alimentas. Desarrolla la confianza en ti misma y date cuenta de que, el peor escenario posible, a menudo no es tan espantoso como lo imaginas. Eso sí, cuando el miedo es demasiado grande o se convierte en una fobia, es necesario pedir ayuda psicológica especializada.

¿Hablamos?